Enclavado en el corazón del cañón del río Rudrón, en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, se encuentra este pequeño pueblo salpicado por cascadas y saltos de agua.

El nombre Tubilla del Agua procede, según los entendidos, de “toba” que es una clase de piedra caliza, porosa, ligera, frágil que abunda en los alrededores y del que suelen estar hechas las plantas superiores de las casas tradicionales de la zona.

El arroyo Hornillo atraviesa la localidad, creando a su paso pequeños saltos de agua hasta desembocar en el río Rudrón: la cascada de Santa Olalla, la cascada de los Torcos y la cascada de la Fuentona, alejada del casco urbano. Existe una ruta circular señalizada que permite descubrir los saltos de agua y, además, la parte superior de la cascada de los Torcos puede contemplarse desde el mirador metálico, de reciente construcción, que se sitúa junto a la carretera que atraviesa la localidad. Desde este lugar se pueden apreciar también las vistas del caserío de Tubilla con el magnífico paisaje del cañón del Rudrón al fondo.

En los páramos que dominan el pueblo se encuentra el dolmen de Valdemuriel.