Valdelateja
Valdelateja
El pintoresco pueblo de Valdelateja se sitúa en pleno Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, cerca de la confluencia de ambos ríos, conformando uno de los paisajes más sugestivos de la provincia de Burgos.
Situado en el fondo del Cañón del Rudrón, Valdelateja se encuentra en un paraje natural privilegiado, dominado por el perfil escarpado de las paredes que enmarcan el valle encajado del río.
Como elemento geológico y paisajístico singular destaca el cerro troncopiramidal de Castrosiero, un retazo de la Paramera que ha quedado individualizado por erosión fluvial, al excavar el río un meandro que posteriormente fue abandonado. En su cima se sitúa una pequeña y solitaria ermita mozárabe del siglo VIII dedicada a las santas Elena y Centola.
Aunque esta localidad no cuenta con palacios ni casonas señoriales, su caserío guarda un enorme atractivo. Se encuentra dividida en dos barrios unidos por un esbelto puente, de una única arcada, sobre el Rudrón. La mayor parte de sus construcciones presentan las características de las casas montañesas, construidas en piedra con dos plantas cubiertas con tejado a dos aguas. El piso superior suele completarse con una solana o balcón corrido protegido por dos resaltes pétreos y balaustrada de madera. Mientras que en los pisos superiores se usan con sillares tallados en piedra toba, ligera y fácil de trabajar, el piso bajo se construye en piedra caliza, buscando un mejor aislamiento de la humedad, El resultado es una curiosa dualidad visual entre la mayor rusticidad de los muros inferiores, de sillarejo, y el cuidado aspecto de los pisos superiores, construidos con sillar. Es frecuente encontrar colmenas, hechas a partir de troncos huecos, empotradas en las fachadas de las casas.
La iglesia de Santa Eulalia era originariamente una pequeña ermita, pero a principios del siglo XX fue ampliada, reutilizando la piedra del despoblado de Siero. Conserva algunas imágenes góticas, como las esculturas de bulto de Santa Centola y Santa Elena, realizadas en madera de nogal policromada.
Valdelateja fue célebre por su lujoso balneario de aguas medicinales, actualmente cerrado, cuya historia se remontaba a 1884.
Desde esta localidad parten rutas que permiten recorrer el cañón del río Ebro, como el GR99.
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Más info
El origen de Valdelateja hay que buscarlo en la cima del cerro conocido como El Castillo, remontándose a época prerromana. Del mundo romano tan sólo han quedado como testimonio dos fragmentos de estelas.
Una vez que este primitivo asentamiento fue abandonado, surgió uno nuevo conocido como Siero, algo más abajo del cerro. Estuvo habitado hasta principios del siglo XX, pero en la actualidad tan sólo cuenta con el cementerio y las ruinas de una iglesia de estilo gótico. El pueblo actual, Valdelateja, tiene orígenes medievales
Según la tradición, en la época del emperador Diocleciano fueron martirizadas en Castrosiero las santas Elena y Centola y se construyó un pequeño monumento sobre la roca donde fueron decapitadas. Existe la creencia popular de que cuando se pasa un paño húmedo por esta roca, éste queda impregnado con el color rojizo de la sangre de las santas. La ermita mozárabe de las Santas Elena y Centola que hoy encontramos es un pequeño templo de una sola nave, muros de mampostería y sillarejo y cubierta de madera, al que se puede acceder por una escarpada senda desde el pueblo. El ábside es recto y presenta una ventana de tipo aspillera con una interesante inscripción y decoración vegetal. Aunque, según la inscripción que aparece en la ventana de la cabecera, este edificio debió levantarse a finales del siglo VIII (año 782), siguiendo la tradición hispanovisigoda, el ara del altar y un disco (conservados en el Museo de Burgos) parecen llevar la fecha de este edificio al siglo X, por lo que podemos pensar que debió existir algún importante proceso de reconstrucción o transformación.
El coto de pesca de San Felices es uno de los más prestigiosos y conocidos cotos trucheros de toda la Península. En las aguas del Rudrón son frecuentes los saltos de la trucha y grandes ejemplares de barbos de montaña.
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Valdelateja
El pintoresco pueblo de Valdelateja se sitúa en pleno Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón, cerca de la confluencia de ambos ríos, conformando uno de los paisajes más sugestivos de la provincia de Burgos.
Situado en el fondo del Cañón del Rudrón, Valdelateja se encuentra en un paraje natural privilegiado, dominado por el perfil escarpado de las paredes que enmarcan el valle encajado del río.
Como elemento geológico y paisajístico singular destaca el cerro troncopiramidal de Castrosiero, un retazo de la Paramera que ha quedado individualizado por erosión fluvial, al excavar el río un meandro que posteriormente fue abandonado. En su cima se sitúa una pequeña y solitaria ermita mozárabe del siglo VIII dedicada a las santas Elena y Centola.
Aunque esta localidad no cuenta con palacios ni casonas señoriales, su caserío guarda un enorme atractivo. Se encuentra dividida en dos barrios unidos por un esbelto puente, de una única arcada, sobre el Rudrón. La mayor parte de sus construcciones presentan las características de las casas montañesas, construidas en piedra con dos plantas cubiertas con tejado a dos aguas. El piso superior suele completarse con una solana o balcón corrido protegido por dos resaltes pétreos y balaustrada de madera. Mientras que en los pisos superiores se usan con sillares tallados en piedra toba, ligera y fácil de trabajar, el piso bajo se construye en piedra caliza, buscando un mejor aislamiento de la humedad, El resultado es una curiosa dualidad visual entre la mayor rusticidad de los muros inferiores, de sillarejo, y el cuidado aspecto de los pisos superiores, construidos con sillar. Es frecuente encontrar colmenas, hechas a partir de troncos huecos, empotradas en las fachadas de las casas.
La iglesia de Santa Eulalia era originariamente una pequeña ermita, pero a principios del siglo XX fue ampliada, reutilizando la piedra del despoblado de Siero. Conserva algunas imágenes góticas, como las esculturas de bulto de Santa Centola y Santa Elena, realizadas en madera de nogal policromada.
Valdelateja fue célebre por su lujoso balneario de aguas medicinales, actualmente cerrado, cuya historia se remontaba a 1884.
Desde esta localidad parten rutas que permiten recorrer el cañón del río Ebro, como el GR99.
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Una vez que este primitivo asentamiento fue abandonado, surgió uno nuevo conocido como Siero, algo más abajo del cerro. Estuvo habitado hasta principios del siglo XX, pero en la actualidad tan sólo cuenta con el cementerio y las ruinas de una iglesia de estilo gótico. El pueblo actual, Valdelateja, tiene orígenes medievales
Según la tradición, en la época del emperador Diocleciano fueron martirizadas en Castrosiero las santas Elena y Centola y se construyó un pequeño monumento sobre la roca donde fueron decapitadas. Existe la creencia popular de que cuando se pasa un paño húmedo por esta roca, éste queda impregnado con el color rojizo de la sangre de las santas. La ermita mozárabe de las Santas Elena y Centola que hoy encontramos es un pequeño templo de una sola nave, muros de mampostería y sillarejo y cubierta de madera, al que se puede acceder por una escarpada senda desde el pueblo. El ábside es recto y presenta una ventana de tipo aspillera con una interesante inscripción y decoración vegetal. Aunque, según la inscripción que aparece en la ventana de la cabecera, este edificio debió levantarse a finales del siglo VIII (año 782), siguiendo la tradición hispanovisigoda, el ara del altar y un disco (conservados en el Museo de Burgos) parecen llevar la fecha de este edificio al siglo X, por lo que podemos pensar que debió existir algún importante proceso de reconstrucción o transformación.
El coto de pesca de San Felices es uno de los más prestigiosos y conocidos cotos trucheros de toda la Península. En las aguas del Rudrón son frecuentes los saltos de la trucha y grandes ejemplares de barbos de montaña.