Orbaneja del Castillo
Orbaneja del Castillo
La espectacular cascada que divide el pueblo de Orbaneja del Castillo en dos barrios es, sin duda, su elemento más representativo y el atributo que lo hace uno de los enclaves más visitados de la provincia de Burgos.
En el límite con Cantabria se encuentra la pintoresca localidad de Orbaneja del Castillo cuya seña de identidad es la espectacular cascada que brota de la Cueva del Agua, en la base del circo rocoso que protege el conjunto urbano. La cascada atraviesa el caserío de piedra de la villa que cuelga de las terrazas de toba, precipitándose en rápidos y cascadas hacia el curso del Ebro y dando lugar a una serie de pozas de un extraordinario azul turquesa. El pueblo, que queda así dividido en dos barrios, Villa y Puebla, constituye uno de los conjuntos de arquitectura popular mejor conservados, con apiñadas casas de evidente traza montañesa cuyas elegantes solanas de madera parecen colgar del aire. El uso de la toba, piedra caliza muy porosa abundante en la zona, es otra de las características de estas construcciones.
Desde el mirador de Cueva del Agua se pueden contemplar en todo su esplendor las formaciones kársticas que dan nombre al pueblo, ya que, vistas desde la distancia, se asemejan a las ruinas de una antigua fortaleza. Entre ellas destaca “La ventana cerrada” una formación que asemeja a dos camellos dándose un beso.
La Cueva del agua, de la que brotan las aguas del acuífero que alimenta la cascada, es visitable en temporada alta por un precio simbólico. El caudal de esta surgencia es permanente a lo largo del año, aunque aumenta considerablemente en época de fuertes lluvias y deshielo. Antiguamente la cascada sirvió para mover las piedras de cinco molinos harineros de los que todavía se conservan restos.
Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1931, la localidad que fue en su día cobijo de los mozárabes y judíos, se encuentra enclavada en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón.
Comparte
Más info
La paramera que circunda Orbaneja del Castillo, conocida como “las eras” era el único espacio abierto y llano susceptible de ser labrado en la localidad. Allí se conservan una serie de chozas de piedra de planta circular o cuadrada, construidas en mampostería caliza y con falsas cubiertas abovedadas que servían de granero y lugar de refugio en caso de tormenta. Éstas constituyen uno de los conjuntos de arquitectura popular más interesantes de la provincia de Burgos.
Otros edificios singulares de la localidad son la Casa de los Canes, que recibe su nombre de los canecillos románicos reutilizados que la decoran; y la Casa de los Pobres, antiguo hospital del siglo XVI, que cuenta con soportal de madera y un elegante entramado de piedra toba.
Te proponemos
Orbaneja del Castillo
La espectacular cascada que divide el pueblo de Orbaneja del Castillo en dos barrios es, sin duda, su elemento más representativo y el atributo que lo hace uno de los enclaves más visitados de la provincia de Burgos.
En el límite con Cantabria se encuentra la pintoresca localidad de Orbaneja del Castillo cuya seña de identidad es la espectacular cascada que brota de la Cueva del Agua, en la base del circo rocoso que protege el conjunto urbano. La cascada atraviesa el caserío de piedra de la villa que cuelga de las terrazas de toba, precipitándose en rápidos y cascadas hacia el curso del Ebro y dando lugar a una serie de pozas de un extraordinario azul turquesa. El pueblo, que queda así dividido en dos barrios, Villa y Puebla, constituye uno de los conjuntos de arquitectura popular mejor conservados, con apiñadas casas de evidente traza montañesa cuyas elegantes solanas de madera parecen colgar del aire. El uso de la toba, piedra caliza muy porosa abundante en la zona, es otra de las características de estas construcciones.
Desde el mirador de Cueva del Agua se pueden contemplar en todo su esplendor las formaciones kársticas que dan nombre al pueblo, ya que, vistas desde la distancia, se asemejan a las ruinas de una antigua fortaleza. Entre ellas destaca “La ventana cerrada” una formación que asemeja a dos camellos dándose un beso.
La Cueva del agua, de la que brotan las aguas del acuífero que alimenta la cascada, es visitable en temporada alta por un precio simbólico. El caudal de esta surgencia es permanente a lo largo del año, aunque aumenta considerablemente en época de fuertes lluvias y deshielo. Antiguamente la cascada sirvió para mover las piedras de cinco molinos harineros de los que todavía se conservan restos.
Declarada Conjunto Histórico Artístico en 1931, la localidad que fue en su día cobijo de los mozárabes y judíos, se encuentra enclavada en el Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón.
Más info
La paramera que circunda Orbaneja del Castillo, conocida como “las eras” era el único espacio abierto y llano susceptible de ser labrado en la localidad. Allí se conservan una serie de chozas de piedra de planta circular o cuadrada, construidas en mampostería caliza y con falsas cubiertas abovedadas que servían de granero y lugar de refugio en caso de tormenta. Éstas constituyen uno de los conjuntos de arquitectura popular más interesantes de la provincia de Burgos.
Otros edificios singulares de la localidad son la Casa de los Canes, que recibe su nombre de los canecillos románicos reutilizados que la decoran; y la Casa de los Pobres, antiguo hospital del siglo XVI, que cuenta con soportal de madera y un elegante entramado de piedra toba.