Ermita de Santa Cruz
Ermita de Santa Cruz
Interesante testimonio de la historia antigua de la Ribera. La ermita de Santa Cruz es un centro religioso que alberga una necrópolis y un área de almacenamiento de víveres. La primera ocupación es de época tardorromana, reconstruyéndose al menos en dos ocasiones entre el siglo V y principios del X.
En el interior destacan pequeñas cavidades que se utilizaban como despensa. Está dedicada a los santos Tirso y Bernabé.
Los restos de Santa Cruz se encuentran aproximadamente a un kilómetro al nordeste de la localidad burgalesa de Valdezate, en un promontorio entre la N-122 y el centro del municipio. Las ruinas fueron restauradas en 1990 por la Junta de Castilla y León.
Más info
Se trata de una sencilla construcción románica levantada sobre un lugar de culto del siglo IV, reconstruida al menos en dos ocasiones entre el siglo V y principios del X. Está dedicada a los santos Tirso y Bernabé.
Este santuario cristiano es de planta rectangular, con muros de mampostería perforados por saeteras y reforzados en los ángulos mediante cadenas de sillares. Se accede a la capilla a través de un sencillo arco de medio punto sobre las jambas.
El interior está decorado con unas llamativas pinturas rupestres de los siglos XVII y XVIII, que relatan la vida y milagros de san Tirso, así como escenas de la pasión. Destacan también las pequeñas cavidades que se utilizaban como despensa y la pila bautismal.
Te proponemos
Ermita de Santa Cruz
Interesante testimonio de la historia antigua de la Ribera. La ermita de Santa Cruz es un centro religioso que alberga una necrópolis y un área de almacenamiento de víveres. La primera ocupación es de época tardorromana, reconstruyéndose al menos en dos ocasiones entre el siglo V y principios del X.
En el interior destacan pequeñas cavidades que se utilizaban como despensa. Está dedicada a los santos Tirso y Bernabé.
Los restos de Santa Cruz se encuentran aproximadamente a un kilómetro al nordeste de la localidad burgalesa de Valdezate, en un promontorio entre la N-122 y el centro del municipio. Las ruinas fueron restauradas en 1990 por la Junta de Castilla y León.
Más info
Se trata de una sencilla construcción románica levantada sobre un lugar de culto del siglo IV, reconstruida al menos en dos ocasiones entre el siglo V y principios del X. Está dedicada a los santos Tirso y Bernabé.
Este santuario cristiano es de planta rectangular, con muros de mampostería perforados por saeteras y reforzados en los ángulos mediante cadenas de sillares. Se accede a la capilla a través de un sencillo arco de medio punto sobre las jambas.
El interior está decorado con unas llamativas pinturas rupestres de los siglos XVII y XVIII, que relatan la vida y milagros de san Tirso, así como escenas de la pasión. Destacan también las pequeñas cavidades que se utilizaban como despensa y la pila bautismal.