Castillo de Torregalindo
Castillo de Torregalindo
Los restos del Castillo de Torregalindo se alzan sobre un alto cerro con perfil de navío, cercano a la localidad del mismo nombre en la provincia de Burgos.
Conserva en pie una torre albarrana de planta circular, la importante torre del homenaje sólo con uno de sus muros y ruinas de la cerca y otras construcciones militares.
Sus orígenes se remontan al tiempo de la Reconquista, ya que formaba parte de la línea de defensa cristiana del Riaza. Posteriormente fue reformada por Beltrán de la Cueva en 1479. Más tarde, entre los siglos XIII y XIV, perteneció a los duques de Haro, a la Corona y a Beltrán de la Cueva.
Esta localidad aparece ya citada en ocasiones simplemente como “Torre” en los documentos de los primeros siglos medievales. Galindo es un nombre típicamente navarro, lo que puede deberse al hecho de que alguno de sus primeros señores procediera de aquellas tierras y se asentara en este lugar a principio del siglo XI, momento en el que Castilla se encontraba bajo la tutela del rey navarro Sancho III el Mayor. Durante los siglos XIV y XV se vio sometida a un continuo cambio de señores hasta integrarse en el señorío de don Beltrán de la Cueva.
Te proponemos
Castillo de Torregalindo
Los restos del Castillo de Torregalindo se alzan sobre un alto cerro con perfil de navío, cercano a la localidad del mismo nombre en la provincia de Burgos.
Conserva en pie una torre albarrana de planta circular, la importante torre del homenaje sólo con uno de sus muros y ruinas de la cerca y otras construcciones militares.
Sus orígenes se remontan al tiempo de la Reconquista, ya que formaba parte de la línea de defensa cristiana del Riaza. Posteriormente fue reformada por Beltrán de la Cueva en 1479. Más tarde, entre los siglos XIII y XIV, perteneció a los duques de Haro, a la Corona y a Beltrán de la Cueva.
Esta localidad aparece ya citada en ocasiones simplemente como “Torre” en los documentos de los primeros siglos medievales. Galindo es un nombre típicamente navarro, lo que puede deberse al hecho de que alguno de sus primeros señores procediera de aquellas tierras y se asentara en este lugar a principio del siglo XI, momento en el que Castilla se encontraba bajo la tutela del rey navarro Sancho III el Mayor. Durante los siglos XIV y XV se vio sometida a un continuo cambio de señores hasta integrarse en el señorío de don Beltrán de la Cueva.