
Gumiel de Izán
Gumiel de Izán
Esta localidad, entre Aranda y Lerma, está bañada por las aguas del Gromejón, río sobre el que se sitúan los puentes romanos de San Pedro y San Antonio por los que pasaba la vía romana Clunia-Astorga. El primer documento histórico donde se cita Gumiel está datado de 1042. La influencia árabe fue muy importante como lo demuestran el propio nombre de Izán, de orígenes musulmanes. Fue declarada Villa Real por el rey Alfonso XI en 1326. Sus privilegios fueron confirmados en 1335 por el rey Pedro I. El original se conserva aún y su contenido figura transcrito en el “Libro Becerro”, compilación de los documentos de mayor relieve histórico de la Villa, depositado en el Archivo Histórico Municipal.
Gumiel de Izán estaba totalmente amurallada, como lo demuestran los restos de antiguas murallas en algunos puntos de la villa. Poseía cinco puertas de acceso y un torreón o fortaleza del que tan sólo quedan escasos vestigios. En época medieval tuvo a varias aldeas bajo su jurisdicción y contó con dos monasterios, el de San Lorenzo y el de San Pedro de Gumiel. Este último, hoy desaparecido, fue fundado en 1073 por monjes benedictinos procedentes de Silos. Durante el siglo XIII alcanzó su máximo apogeo controlando importantes granjas y contó con la protección de Fernando III. Dicho espacio religioso albergó un panteón para la familia Guzmán, siendo sepultados en él los padres de Santo Domingo y sus hermanos Antonio y Mamés.


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Más info
El principal hito histórico de la villa lo constituye la iglesia parroquial de La Asunción,
edificio gótico de finales del siglo XV y principios del siglo XVI que sobresale desde el horizonte por su imponente fábrica. La iglesia alberga en su interior un Museo en el que se guardan obras de interés.
Gumiel de Izán, al igual que otras localidades de la comarca ribereña, presenta un trazado urbano propiamente medieval, con calles estrechas en las que se aprecia la típica arquitectura popular de la zona. Casas de dos plantas, la inferior de piedra y la superior de entramado de madera con relleno de adobe, alternan con otras blasonadas más notables. Cabe señalar la Calle Real, en la cual se conservan una serie de edificios de piedra con escudos de armas, donde se levanta la Casa Real. Se trata de inmuebles de dos alturas con excelentes fachadas de sillería, con vanos y balcones, y un cuidado tratamiento en los motivos heráldicos. La Plaza Mayor tiene un aire totalmente castellano, conformada por casas con soportales de muy diversa construcción. En una de ellas residió y estudió Santo Domingo de Guzmán, muy apreciado en la Ribera, el cual permaneció varios años en la villa cuando su tío, Don Gonzalo de Aza, ocupaba el cargo de arcipreste. En este espacio público se celebra cada verano un mercado medieval que atrae a turistas y gentes de toda la comarca.
Además de su riqueza patrimonial, el municipio es importante por la calidad de algunas de sus producciones agrarias. Por un lado, destacan sus magníficos vinos. La industria vitivinícola está en plena expansión, pues a las dos cooperativas vinícolas existentes se añaden unas cuantas bodegas privadas e infinidad de bodegas particulares que se encuentran por todo el subsuelo. En segundo lugar, hay que mencionar la actividad ganadera, basada en los rebaños de oveja churra, famosa por la calidad de lechazos y quesos. Otros productos muy apreciados son el pan de pueblo, la torta de anís o de aceite, las pastas y las mantecadas de chicharrones.
En cuanto a las festividades, cabe señalar la Semana Santa Gomellana, cuya originalidad reside en los cánticos de la procesión del Viernes Santo, en la que canta todo el pueblo formando dos coros distintos. Un magnífico Cristo articulado, del siglo XVII, es sacado en dicha procesión. Otro acontecimiento festivo importante es la romería de San Antonio, en junio y, sobre todo, las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque, a mediados de agosto, con las tradicionales verbenas con orquesta, comidas populares, dianas y actividades festivas variadas.
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Gumiel de Izán
Esta localidad, entre Aranda y Lerma, está bañada por las aguas del Gromejón, río sobre el que se sitúan los puentes romanos de San Pedro y San Antonio por los que pasaba la vía romana Clunia-Astorga. El primer documento histórico donde se cita Gumiel está datado de 1042. La influencia árabe fue muy importante como lo demuestran el propio nombre de Izán, de orígenes musulmanes. Fue declarada Villa Real por el rey Alfonso XI en 1326. Sus privilegios fueron confirmados en 1335 por el rey Pedro I. El original se conserva aún y su contenido figura transcrito en el “Libro Becerro”, compilación de los documentos de mayor relieve histórico de la Villa, depositado en el Archivo Histórico Municipal.
Gumiel de Izán estaba totalmente amurallada, como lo demuestran los restos de antiguas murallas en algunos puntos de la villa. Poseía cinco puertas de acceso y un torreón o fortaleza del que tan sólo quedan escasos vestigios. En época medieval tuvo a varias aldeas bajo su jurisdicción y contó con dos monasterios, el de San Lorenzo y el de San Pedro de Gumiel. Este último, hoy desaparecido, fue fundado en 1073 por monjes benedictinos procedentes de Silos. Durante el siglo XIII alcanzó su máximo apogeo controlando importantes granjas y contó con la protección de Fernando III. Dicho espacio religioso albergó un panteón para la familia Guzmán, siendo sepultados en él los padres de Santo Domingo y sus hermanos Antonio y Mamés.
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El principal hito histórico de la villa lo constituye la iglesia parroquial de La Asunción,
edificio gótico de finales del siglo XV y principios del siglo XVI que sobresale desde el horizonte por su imponente fábrica. La iglesia alberga en su interior un Museo en el que se guardan obras de interés.
Gumiel de Izán, al igual que otras localidades de la comarca ribereña, presenta un trazado urbano propiamente medieval, con calles estrechas en las que se aprecia la típica arquitectura popular de la zona. Casas de dos plantas, la inferior de piedra y la superior de entramado de madera con relleno de adobe, alternan con otras blasonadas más notables. Cabe señalar la Calle Real, en la cual se conservan una serie de edificios de piedra con escudos de armas, donde se levanta la Casa Real. Se trata de inmuebles de dos alturas con excelentes fachadas de sillería, con vanos y balcones, y un cuidado tratamiento en los motivos heráldicos. La Plaza Mayor tiene un aire totalmente castellano, conformada por casas con soportales de muy diversa construcción. En una de ellas residió y estudió Santo Domingo de Guzmán, muy apreciado en la Ribera, el cual permaneció varios años en la villa cuando su tío, Don Gonzalo de Aza, ocupaba el cargo de arcipreste. En este espacio público se celebra cada verano un mercado medieval que atrae a turistas y gentes de toda la comarca.
Además de su riqueza patrimonial, el municipio es importante por la calidad de algunas de sus producciones agrarias. Por un lado, destacan sus magníficos vinos. La industria vitivinícola está en plena expansión, pues a las dos cooperativas vinícolas existentes se añaden unas cuantas bodegas privadas e infinidad de bodegas particulares que se encuentran por todo el subsuelo. En segundo lugar, hay que mencionar la actividad ganadera, basada en los rebaños de oveja churra, famosa por la calidad de lechazos y quesos. Otros productos muy apreciados son el pan de pueblo, la torta de anís o de aceite, las pastas y las mantecadas de chicharrones.
En cuanto a las festividades, cabe señalar la Semana Santa Gomellana, cuya originalidad reside en los cánticos de la procesión del Viernes Santo, en la que canta todo el pueblo formando dos coros distintos. Un magnífico Cristo articulado, del siglo XVII, es sacado en dicha procesión. Otro acontecimiento festivo importante es la romería de San Antonio, en junio y, sobre todo, las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción y San Roque, a mediados de agosto, con las tradicionales verbenas con orquesta, comidas populares, dianas y actividades festivas variadas.

