Las loberas son espacios circulares dentro de los corrales, con una sola entrada y respiradero, que los pastores utilizaban para pernoctar así como para protegerse de los ataques de los lobos.

Partimos del Museo-Lagar de Valdepinos en Caleruega y ascendemos hacia un precioso encinar. Encinas y robles comparten el paisaje de esta ruta, con ejemplares centenarios que tienen nombre propio: encina de Santo Domingo, encina La Hueca, encina Millerro o de La Cruz. Tras pasar por la fuente del Prado encontramos la primera de las loberas del recorrido. Más adelante, en el paraje de Las Rozadas se encuentran otras ejemplos de estas singulares construcciones populares y el Centro de Interpretación de la Naturaleza Las Loberas, con una torre-mirador, desde donde observar la flora y la fauna de la zona, en especial aves esteparias.
Casi al final, llegamos a un impresionante ejemplar de roble quejigo de más de 600 años y casi cuatro metros de perímetro. Descendemos el valle y en la carretera giramos a la izquierda para volver a Caleruega y terminar la ruta.