Las llanuras bordeadas por un manto de colores, dan la bienvenida a los peregrinos que deciden deleitarse con la autenticidad de estas tierras marcadas por el Románico. Quienes se adentren en esta región, podrán disfrutar de la magia inconmensurable patrimonio natural y cultural.
En esta tierra plagada por castillos roqueros y románico, llamada por Azorín “el corazón de las tierras burgalesas”, hunde sus raíces el reino de Castilla. Paso obligado de caminos, esta tierra poblada desde antiguo queda protegida tras los impresionantes montes Obarenes.