No hay datos suficientes para fecharlo, pero parece tener gran antigüedad. El cercano desfiladero de Las Conchas fue clave en las luchas cristiano-musulmanas del siglo IX. La primitiva fortaleza podría datarse en esa época. Su finalidad no fue sólo defensiva, también se utilizó para garantizar el cobro de peaje.

Tiene una planta muy irregular fruto de su adaptación al relieve rocoso sobre el que se apoya. Tan sólo es accesible por el lado suroeste. El resto de los lados tienen una pronunciada pendiente. Delante hay una explanada que estuvo defendida por un foso y una cerca, actualmente desaparecidos. En su interior hubo diversas construcciones subterráneas que se corresponden con bodegas, cuevas y aljibes. Todas ellas poseen arcos de medio punto y posiblemente fueron realizadas durante las guerras carlistas del siglo XIX.

La puerta de entrada está totalmente alterada. Por encima de ella se sitúa una ventana adintelada moderna. Actualmente no quedan restos de almenas, aunque sí hay indicios de un camino de ronda o adarve.

Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Castillos en 1949.