Monasterio de Nuestra Señora del Espino
Monasterio de Nuestra Señora del Espino
En un tranquilo paraje cercano a la localidad de Santa Gadea del Cid se levanta el monasterio medieval de Nuestra Señora del Espino. Catalogado como Bien de Interés Cultural, este monasterio del siglo XV es un maravilloso ejemplo de construcción gótica. Recientemente ha sido transformado por los padres redentoristas para usos diversos.
Del conjunto monástico destaca la iglesia con un elegante pórtico gótico de planta de cruz latina, nave de tres tramos, crucero y ábside poligonal. Conserva la bella talla de la Virgen del Espino de época gótica. El claustro está formado por cuatro crujías que se cubren con bóvedas ojivales.
Comparte
Más info
Su origen está cargado de leyenda y devoción. Cuenta la tradición que la Virgen María se apareció a los pastores Pedro García y Juan de Encinas, oriundos de Santa Gadea, en la primavera de 1399. La Virgen les transmitió su deseo de tener en ese mismo lugar un santuario, pues, según la leyenda, allí habían sido martirizados muchos cristianos en tiempos de la invasión musulmana. Poco tiempo después se construyó en ese emplazamiento una pequeña ermita atendida por seis clérigos. Recibió el nombre de Santa María del Espino por ser éste el arbusto donde se apareció la Virgen a los pastores. Años después, en 1410, la pequeña ermita se convirtió en monasterio y los seis clérigos abrazaron la regla benedictina. Fueron ordenados por el abad del cercano monasterio de Santa María de Obarenes.
El monasterio vivió siglos de esplendor. Los monjes regentaron algunas parroquias de la zona y reunieron una interesante biblioteca. Pero en el siglo XIX, con la Guerra de la Independencia surgieron graves problemas para el monasterio que culminaron con la Exclaustración y la Desamortización de 1835-1836. En 1879 tras varios decenios de abandono los padres Redentoristas adquirieron en pública subasta la propiedad del monasterio y la antigua huerta. Sus nuevos dueños restauraron el conjunto y establecieron un centro educacional para su congregación y
Los benedictinos construyeron a finales del siglo XV una iglesia y un claustro góticos. Contaron con generosas donaciones de las familias Hurtado de Mendoza y Pérez de Ayala. La iglesia está relacionada con la escuela de Simón de Colonia. Un elegante pórtico de estilo gótico florido permite el acceso. Tiene planta de cruz latina, con nave de tres tramos, crucero y ábside poligonal. Todo el conjunto está cubierto por elegantes bóvedas de crucería. En su interior guarda el sepulcro de Juan de Gadea bajo un arcosolio y la bella talla gótica del siglo XV de la Virgen del Espino. El claustro está formado por cuatro crujías que se cubren con bóvedas ojivales, a las que se abren una serie de amplios ventanales.
Te proponemos
Monasterio de Nuestra Señora del Espino
En un tranquilo paraje cercano a la localidad de Santa Gadea del Cid se levanta el monasterio medieval de Nuestra Señora del Espino. Catalogado como Bien de Interés Cultural, este monasterio del siglo XV es un maravilloso ejemplo de construcción gótica. Recientemente ha sido transformado por los padres redentoristas para usos diversos.
Del conjunto monástico destaca la iglesia con un elegante pórtico gótico de planta de cruz latina, nave de tres tramos, crucero y ábside poligonal. Conserva la bella talla de la Virgen del Espino de época gótica. El claustro está formado por cuatro crujías que se cubren con bóvedas ojivales.
Más info
Su origen está cargado de leyenda y devoción. Cuenta la tradición que la Virgen María se apareció a los pastores Pedro García y Juan de Encinas, oriundos de Santa Gadea, en la primavera de 1399. La Virgen les transmitió su deseo de tener en ese mismo lugar un santuario, pues, según la leyenda, allí habían sido martirizados muchos cristianos en tiempos de la invasión musulmana. Poco tiempo después se construyó en ese emplazamiento una pequeña ermita atendida por seis clérigos. Recibió el nombre de Santa María del Espino por ser éste el arbusto donde se apareció la Virgen a los pastores. Años después, en 1410, la pequeña ermita se convirtió en monasterio y los seis clérigos abrazaron la regla benedictina. Fueron ordenados por el abad del cercano monasterio de Santa María de Obarenes.
El monasterio vivió siglos de esplendor. Los monjes regentaron algunas parroquias de la zona y reunieron una interesante biblioteca. Pero en el siglo XIX, con la Guerra de la Independencia surgieron graves problemas para el monasterio que culminaron con la Exclaustración y la Desamortización de 1835-1836. En 1879 tras varios decenios de abandono los padres Redentoristas adquirieron en pública subasta la propiedad del monasterio y la antigua huerta. Sus nuevos dueños restauraron el conjunto y establecieron un centro educacional para su congregación y
Los benedictinos construyeron a finales del siglo XV una iglesia y un claustro góticos. Contaron con generosas donaciones de las familias Hurtado de Mendoza y Pérez de Ayala. La iglesia está relacionada con la escuela de Simón de Colonia. Un elegante pórtico de estilo gótico florido permite el acceso. Tiene planta de cruz latina, con nave de tres tramos, crucero y ábside poligonal. Todo el conjunto está cubierto por elegantes bóvedas de crucería. En su interior guarda el sepulcro de Juan de Gadea bajo un arcosolio y la bella talla gótica del siglo XV de la Virgen del Espino. El claustro está formado por cuatro crujías que se cubren con bóvedas ojivales, a las que se abren una serie de amplios ventanales.