Ruta del Canal de Castilla
Ruta del Canal de Castilla
El Canal de Castilla es una de las grandes construcciones de la ingeniería del siglo XVIII. Desde Alar del Rey, en tierras de Palencia y Burgos adelante, una red de canales llevaban hasta Medina de Rioseco y Valladolid las mercancías por este medio fluvial que tan importante papel jugó en la modernización del comercio castellano.
El Canal atraviesa la Provincia de Burgos a lo largo de 10 kilómetros, en el término municipal de Melgar de Fernamental, donde podemos contemplar todos los elementos que configuran esta singular obra de la ingeniería hidráulica: esclusas, pontones, fábricas y puentes, como el impresionante acueducto de Abánades sobre el río Valdavia.
El Canal de Castilla, imponente obra de ingeniería hidráulica, fue uno de los mejores proyectos de este tipo que se construyeron en España a lo largo de los siglos XVIII y XIX de la mano de la Ilustración y en un momento en que se hacía necesario vender el excedente de grano y mejorar las comunicaciones comerciales.
Lo que nació como una vía de navegación para el transporte de mercancías, se cerraría al tráfico a mediados del siglo XX, en 1959. Considerado hoy como Bien de Interés Cultural, desde entonces su función principal se centra en el regadío, a lo que se une su interés como una de las rutas de mayor atractivo turístico de Castilla y León, por la riqueza paisajística, natural y por el valor histórico artístico que despiertan las ciudades que se encuentran a su paso.
Este río artificial, que transcurre por 205 kilómetros de la meseta entre las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, se ha convertido en una ruta de interés cultural que en sus tres ramales -Norte, Sur y Campos- ofrece al visitante una rica y variada arquitectura propia, un entorno de naturaleza en sus orillas y el poso histórico y tradicional de las localidades que se encuentran a su paso.
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Ruta del Canal de Castilla
El Canal de Castilla es una de las grandes construcciones de la ingeniería del siglo XVIII. Desde Alar del Rey, en tierras de Palencia y Burgos adelante, una red de canales llevaban hasta Medina de Rioseco y Valladolid las mercancías por este medio fluvial que tan importante papel jugó en la modernización del comercio castellano.
El Canal atraviesa la Provincia de Burgos a lo largo de 10 kilómetros, en el término municipal de Melgar de Fernamental, donde podemos contemplar todos los elementos que configuran esta singular obra de la ingeniería hidráulica: esclusas, pontones, fábricas y puentes, como el impresionante acueducto de Abánades sobre el río Valdavia.
El Canal de Castilla, imponente obra de ingeniería hidráulica, fue uno de los mejores proyectos de este tipo que se construyeron en España a lo largo de los siglos XVIII y XIX de la mano de la Ilustración y en un momento en que se hacía necesario vender el excedente de grano y mejorar las comunicaciones comerciales.
Lo que nació como una vía de navegación para el transporte de mercancías, se cerraría al tráfico a mediados del siglo XX, en 1959. Considerado hoy como Bien de Interés Cultural, desde entonces su función principal se centra en el regadío, a lo que se une su interés como una de las rutas de mayor atractivo turístico de Castilla y León, por la riqueza paisajística, natural y por el valor histórico artístico que despiertan las ciudades que se encuentran a su paso.
Este río artificial, que transcurre por 205 kilómetros de la meseta entre las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid, se ha convertido en una ruta de interés cultural que en sus tres ramales -Norte, Sur y Campos- ofrece al visitante una rica y variada arquitectura propia, un entorno de naturaleza en sus orillas y el poso histórico y tradicional de las localidades que se encuentran a su paso.
Más info
Las esclusas:
Uno de los atractivos del Canal de Castilla es el sistema utilizado para salvar los desniveles del terreno. Para ello se construyeron 49 esclusas, que en ocasiones pueden configurar saltos que salvan un desnivel de 87 metros. Algunos de estos complejos pueden tener entre dos, tres y cuatro esclusas unidas.
A la espectacularidad de las esclusas se une todo un repertorio de arquitectura industrial de puentes, acueductos, presas, acequias, fábricas, mojones, dársenas y edificaciones que, aunque han enmudecido en su actividad, caracterizan la fisonomía actual de los tres ramales del Canal de Castilla.
Las características de este río artificial permiten la práctica del senderismo, piragüismo, ciclismo y paseos en barca por diferentes tramos. Estas manifestaciones de turismo activo no impiden que el viejo Canal siga dedicando su cauce al riego de cultivos del entorno.
El Canal, con el trajín de las embarcaciones, la actividad fabril de las harineras y la viveza de los caminos de sirga, en tiempos repletos de personas y animales de tiro, encuentra en los museos de todo el recorrido la estampa viva del pasado.