La ermita de Nuestra Señora del Valle del Monasterio de Rodilla
La ermita de Nuestra Señora del Valle del Monasterio de Rodilla
Al pie del puerto de la Brújula, en la N-1, encontramos el pequeño pueblo de Monasterio de Rodilla, uno de los núcleos históricos más importantes de La Bureba y el más antiguo de todos.
La ermita de Nuestra Señora del Valle del siglo XI es lo que queda del desaparecido monasterio que dio nombre al pueblo. Es un magnífico ejemplo del románico burgalés, con robusta torre central de dos cuerpos y tres grandes arcos ciegos que rodean el ábside. En su interior destacan la bóveda de media naranja sobre pechinas y dos edículos con tejadillos a cada lado de la nave.
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Al pie del puerto de la Brújula, en la N-1, encontramos el pequeño pueblo de Monasterio de Rodilla, uno de los núcleos históricos más importantes de La Bureba junto a Poza de la Sal y Briviesca, y el más antiguo de todos. Fue tierra de paso desde época romana, ya que por allí discurría la calzada que, atravesando la provincia de Burgos procedente de Astorga, conducía a la Aquitania. Este hecho confirió a la villa su condición formal de “pueblo calle”.
La ermita de Nuestra Señora del Valle es un magnífico ejemplo del románico del este de la provincia burgalesa. Se encuentra a dos kilómetros del núcleo principal de Monasterio de Rodilla en dirección a Temiño.
Los monjes en el siglo X colonizaron el valle y emplazaron un monasterio junto a una fuente, bajo una peña, algo alejado de la vía romana. La ermita fechada a finales del siglo XII es el último vestigio del antiguo monasterio allí existente, anexionado al de Oña en 1063.
La planta de cruz latina, tan frecuente en la arquitectura románica, está aquí apenas insinuada. También es inusual el hecho de que la fachada esté orientada al norte. Sin embargo, algo claramente románico es la absoluta primacía del macizo sobre el vano y la escasa altura del edificio.
El ábside es el elemento mejor trabajado junto con la fachada. Está rodeado por tres amplios arcos poco sobresalientes del tambor, apoyados en pilastras rectangulares sin capiteles y cubierto por un tejado cónico sostenido por varios modillones. En el centro de cada arco se abre una ventana, con columnas y capiteles, abocinada hacia el exterior.
Sobre el crucero se levanta una torre cuadrada, muy frecuente en el románico castellano, con dos ventanas con arquivoltas ajedrezadas en cada uno de los lados. La portada, románica en sus elementos y disposición (abocinamiento, motivos decorativos de ajedrezado, puntas de diamante, entrelazado, etc.), muestra, no obstante, elementos orientales en sus arcaicos pero expresivos relieves, además de caracteres de transición hacia el gótico en el apuntamiento de sus arcos.
Dentro del templo hay que destacar la cúpula de media naranja sostenida por unas alargadas pechinas, y el ábside, que se resuelve en una bóveda de horno o de cuarto de naranja, mientras que el cuerpo de la iglesia se cubre con bóveda de cañón levemente apuntada.
De la ermita proceden el magnífico Cristo del siglo XII y la hermosa imagen de Nuestra Señora del Valle, igualmente románica, que en la actualidad se encuentra en la iglesia parroquial de Monasterio de Rodilla. Las imágenes son de una gran perfección por la expresión de patetismo en el Cristo y de bondad en la virgen María.
El hermoso paraje en el que se encuentra este edificio, vigilado desde lo alto por las ruinas del castillo del conde de Bureba, Gonzalo Rodríguez, invita a pasar un día campestre en alguno de los merenderos de su entorno y a disfrutar del paisaje.
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La ermita de Nuestra Señora del Valle del Monasterio de Rodilla
Al pie del puerto de la Brújula, en la N-1, encontramos el pequeño pueblo de Monasterio de Rodilla, uno de los núcleos históricos más importantes de La Bureba y el más antiguo de todos.
La ermita de Nuestra Señora del Valle del siglo XI es lo que queda del desaparecido monasterio que dio nombre al pueblo. Es un magnífico ejemplo del románico burgalés, con robusta torre central de dos cuerpos y tres grandes arcos ciegos que rodean el ábside. En su interior destacan la bóveda de media naranja sobre pechinas y dos edículos con tejadillos a cada lado de la nave.
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Al pie del puerto de la Brújula, en la N-1, encontramos el pequeño pueblo de Monasterio de Rodilla, uno de los núcleos históricos más importantes de La Bureba junto a Poza de la Sal y Briviesca, y el más antiguo de todos. Fue tierra de paso desde época romana, ya que por allí discurría la calzada que, atravesando la provincia de Burgos procedente de Astorga, conducía a la Aquitania. Este hecho confirió a la villa su condición formal de “pueblo calle”.
La ermita de Nuestra Señora del Valle es un magnífico ejemplo del románico del este de la provincia burgalesa. Se encuentra a dos kilómetros del núcleo principal de Monasterio de Rodilla en dirección a Temiño.
Los monjes en el siglo X colonizaron el valle y emplazaron un monasterio junto a una fuente, bajo una peña, algo alejado de la vía romana. La ermita fechada a finales del siglo XII es el último vestigio del antiguo monasterio allí existente, anexionado al de Oña en 1063.
La planta de cruz latina, tan frecuente en la arquitectura románica, está aquí apenas insinuada. También es inusual el hecho de que la fachada esté orientada al norte. Sin embargo, algo claramente románico es la absoluta primacía del macizo sobre el vano y la escasa altura del edificio.
El ábside es el elemento mejor trabajado junto con la fachada. Está rodeado por tres amplios arcos poco sobresalientes del tambor, apoyados en pilastras rectangulares sin capiteles y cubierto por un tejado cónico sostenido por varios modillones. En el centro de cada arco se abre una ventana, con columnas y capiteles, abocinada hacia el exterior.
Sobre el crucero se levanta una torre cuadrada, muy frecuente en el románico castellano, con dos ventanas con arquivoltas ajedrezadas en cada uno de los lados. La portada, románica en sus elementos y disposición (abocinamiento, motivos decorativos de ajedrezado, puntas de diamante, entrelazado, etc.), muestra, no obstante, elementos orientales en sus arcaicos pero expresivos relieves, además de caracteres de transición hacia el gótico en el apuntamiento de sus arcos.
Dentro del templo hay que destacar la cúpula de media naranja sostenida por unas alargadas pechinas, y el ábside, que se resuelve en una bóveda de horno o de cuarto de naranja, mientras que el cuerpo de la iglesia se cubre con bóveda de cañón levemente apuntada.
De la ermita proceden el magnífico Cristo del siglo XII y la hermosa imagen de Nuestra Señora del Valle, igualmente románica, que en la actualidad se encuentra en la iglesia parroquial de Monasterio de Rodilla. Las imágenes son de una gran perfección por la expresión de patetismo en el Cristo y de bondad en la virgen María.
El hermoso paraje en el que se encuentra este edificio, vigilado desde lo alto por las ruinas del castillo del conde de Bureba, Gonzalo Rodríguez, invita a pasar un día campestre en alguno de los merenderos de su entorno y a disfrutar del paisaje.