Camino de Santiago
Del Camino Francés al Olvidado disfrutando en soledad de la naturaleza
La peregrinación a Santiago de Compostela es una tradición milenaria influida por cambios históricos, políticos y geográficos. Hace más de mil años, los peregrinos buscaban caminos seguros y hospitalarios en busca de refugio, agua y alimentos, enfrentándose a retos como guerras, epidemias y condiciones naturales adversas.
El Camino Olvidado, una ruta anterior al conocido Camino Francés, fue crucial para los primeros peregrinos, permitiéndoles evitar los riesgos de zonas más expuestas.
Aunque el rey Sancho III de Pamplona impulsó el desplazamiento del flujo hacia el sur en el siglo XI, este camino conserva un encanto singular, ofreciendo una experiencia auténtica por paisajes montañosos, valles fértiles y localidades cargadas de historia.
El Camino Olvidado también se conecta con eventos históricos cruciales, como la resistencia visigoda tras la invasión musulmana en el 711. Monumentos como el Castillo de Tedeja y el yacimiento de Santa María de los Reyes Godos atestiguan esta rica herencia. El ejército musulmán derrotó al rey Rodrigo en la batalla de Guadalete, y la corte Visigoda huyó desde Toledo, buscando protección en las montañas y valles situados al norte del río Ebro.
La conexión del Camino Francés con el Olvidado puede hacerse desde dos puntos de nuestra provincia: Espinosa del Camino y Pancorbo. Ambas rutas nos permitirán disfrutar de la naturaleza, a la vez que escapar de la masificación que en determinadas épocas del año puede presentar el Camino Francés.
Ambas variantes del Camino Olvidado cuentan con señalización y, en general, están bien mantenidos.
Más información.
Comparte
Más info
Te proponemos
Del Camino Francés al Olvidado disfrutando en soledad de la naturaleza
La peregrinación a Santiago de Compostela es una tradición milenaria influida por cambios históricos, políticos y geográficos. Hace más de mil años, los peregrinos buscaban caminos seguros y hospitalarios en busca de refugio, agua y alimentos, enfrentándose a retos como guerras, epidemias y condiciones naturales adversas.
El Camino Olvidado, una ruta anterior al conocido Camino Francés, fue crucial para los primeros peregrinos, permitiéndoles evitar los riesgos de zonas más expuestas.
Aunque el rey Sancho III de Pamplona impulsó el desplazamiento del flujo hacia el sur en el siglo XI, este camino conserva un encanto singular, ofreciendo una experiencia auténtica por paisajes montañosos, valles fértiles y localidades cargadas de historia.
El Camino Olvidado también se conecta con eventos históricos cruciales, como la resistencia visigoda tras la invasión musulmana en el 711. Monumentos como el Castillo de Tedeja y el yacimiento de Santa María de los Reyes Godos atestiguan esta rica herencia. El ejército musulmán derrotó al rey Rodrigo en la batalla de Guadalete, y la corte Visigoda huyó desde Toledo, buscando protección en las montañas y valles situados al norte del río Ebro.
La conexión del Camino Francés con el Olvidado puede hacerse desde dos puntos de nuestra provincia: Espinosa del Camino y Pancorbo. Ambas rutas nos permitirán disfrutar de la naturaleza, a la vez que escapar de la masificación que en determinadas épocas del año puede presentar el Camino Francés.
Ambas variantes del Camino Olvidado cuentan con señalización y, en general, están bien mantenidos.
Más información.
Más info