De ROMA al VINO eterno
De ROMA al VINO eterno


Esta ruta en moto recorre la Ribera del Duero burgalesa, un territorio donde la historia romana, el patrimonio medieval y la tradición vitivinícola se unen en un recorrido ideal para descubrir la provincia desde la carretera.
El itinerario, enmarcado en la iniciativa Burgos, Origen y Destino en Moto, permite visitar algunos de los pueblos más representativos del sur de la provincia y conocer su riqueza cultural, paisajística y gastronómica.
Espinosa de Cervera
La ruta comienza en Espinosa de Cervera, una pequeña localidad enclavada entre la Sierra de la Demanda y la Ribera del Duero. Su entorno rural, sus carreteras tranquilas y su cercanía a la Ruta del Cid la convierten en un punto de partida perfecto para mototuristas.
Aquí se encuentra el Hotel Parada del Cid, lugar ideal para pernoctar antes de iniciar la ruta. Desde este punto se enlazan los primeros tramos de carretera hacia el corazón vitivinícola de la provincia.
Caleruega
El viaje continúa hacia Caleruega, cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos. El pueblo, declarado uno de los más bonitos de España, conserva un amplio conjunto monumental formado por el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán, el Torreón de los Guzmanes y la Iglesia de San Sebastián.
El monasterio, fundado en 1266 por Alfonso X el Sabio, destaca por su sobriedad castellana y por albergar el pozo que, según la tradición, brota en el lugar de nacimiento del santo. Caleruega es, además, punto de referencia dentro del mototurismo religioso y cultural de Burgos.
Baños de Valdearados
La siguiente parada nos lleva hasta Baños de Valdearados, donde se encuentra la Villa Romana de Santa Cruz, uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de la provincia.
El conjunto conserva mosaicos del siglo IV, entre ellos el famoso Mosaico de Baco, que representa al dios del vino en un carro tirado por panteras. Esta pieza es una de las más emblemáticas del arte romano en el norte peninsular y da sentido al vínculo histórico entre la Ribera del Duero y la cultura del vino.
Gumiel de Izán
Gumiel de Izán conserva un importante conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural. Entre sus principales atractivos destaca la Iglesia de Santa María, de origen gótico, con elementos barrocos añadidos en siglos posteriores.
En su interior se encuentra un retablo mayor del siglo XVI considerado uno de los más valiosos de la Ribera del Duero. Su fachada, tallada en piedra caliza, preside el casco urbano y es un referente del patrimonio religioso burgalés.
Pedrosa de Duero
En Pedrosa de Duero se encuentra una de las bodegas más reconocidas de la denominación de origen: Bodegas Carmelo Rodero.
La visita permite conocer el proceso de elaboración de sus vinos, las instalaciones modernas que aprovechan la gravedad para el movimiento del mosto y la historia de una familia que ha convertido su tradición agrícola en una referencia enológica.
Fuentelcésped
En Fuentelcésped, la visita combina tradición y modernidad. Las antiguas bodegas subterráneas excavadas a mano, algunas datadas en el siglo XIV, contrastan con las nuevas instalaciones de bodegas familiares como Bodegas Pascual, donde se produce vino manteniendo la esencia de los métodos tradicionales.
Bajo el casco urbano se conservan galerías con temperatura estable todo el año, testimonio del ingenio popular para conservar el vino antes de la existencia de sistemas industriales.
La Vid
La parada en La Vid es imprescindible. A orillas del río Duero se alza el Monasterio de Santa María de La Vid, una de las joyas arquitectónicas de la provincia. Fundado por los agustinos en el siglo XII, el edificio combina elementos románicos, góticos y renacentistas, destacando su claustro y su biblioteca, que conserva más de 10 000 volúmenes.
Zuzones
En Zuzones, un pequeño municipio ribereño, se desarrolla el programa “Te enseño mi pueblo”, una iniciativa de turismo participativo donde los propios vecinos actúan como guías para mostrar los lagares, bodegas tradicionales y su historia local.
Este modelo de turismo sostenible ha ayudado a revitalizar pequeñas localidades de la comarca, manteniendo vivas sus tradiciones y su patrimonio rural.
Peñaranda de Duero
Peñaranda de Duero es uno de los conjuntos históricos más destacados de la provincia. Su castillo del siglo XV domina el valle, mientras que la Plaza Mayor porticada acoge edificios notables como el Palacio de los Condes de Avellaneda y la Colegiata de Santa Ana, con una torre de 50 metros que marca el perfil del municipio.
La villa conserva también un rollo jurisdiccional, símbolo de la autonomía judicial que tuvo en época medieval, y ofrece un recorrido completo por el patrimonio nobiliario, civil y religioso de la Ribera del Duero.
Clunia Sulpicia
El final de la ruta lleva hasta las Ruinas de Clunia Sulpicia, una de las ciudades romanas más importantes del norte peninsular.
El yacimiento, situado en el término de Peñalba de Castro, conserva el foro, las termas y un teatro excavado en la roca con capacidad para más de 10 000 espectadores. Clunia fue capital de un convento jurídico de la Hispania Tarraconense y jugó un papel esencial en la romanización del valle del Duero.
Esta ruta “De Roma al vino eterno” forma parte del programa Burgos, Origen y Destino en Moto, impulsado por SODEBUR en colaboración con Motoclub Burgos Sport.
El itinerario combina carreteras de interés paisajístico con patrimonio romano, medieval y enológico, ofreciendo una visión completa de la Ribera del Duero burgalesa.
Ruta de Iglesia de San Sebastián a Peñalba de Castro pasando por:
– Ermita Ntra Sra del Pilar (26.7 km)
– Iglesia Santa Maria de la Asunción (34.0 km)
– Rollo jurisdiccional (101.0 km)
– Monasterio de Santa María de la Vid (145.3 km)
– Colegiata de Santa Ana (158.2 km)
– Ermita del Santo Cristo (169.9 km)
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De ROMA al VINO eterno
Esta ruta en moto recorre la Ribera del Duero burgalesa, un territorio donde la historia romana, el patrimonio medieval y la tradición vitivinícola se unen en un recorrido ideal para descubrir la provincia desde la carretera.
El itinerario, enmarcado en la iniciativa Burgos, Origen y Destino en Moto, permite visitar algunos de los pueblos más representativos del sur de la provincia y conocer su riqueza cultural, paisajística y gastronómica.
Espinosa de Cervera
La ruta comienza en Espinosa de Cervera, una pequeña localidad enclavada entre la Sierra de la Demanda y la Ribera del Duero. Su entorno rural, sus carreteras tranquilas y su cercanía a la Ruta del Cid la convierten en un punto de partida perfecto para mototuristas.
Aquí se encuentra el Hotel Parada del Cid, lugar ideal para pernoctar antes de iniciar la ruta. Desde este punto se enlazan los primeros tramos de carretera hacia el corazón vitivinícola de la provincia.
Caleruega
El viaje continúa hacia Caleruega, cuna de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos. El pueblo, declarado uno de los más bonitos de España, conserva un amplio conjunto monumental formado por el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán, el Torreón de los Guzmanes y la Iglesia de San Sebastián.
El monasterio, fundado en 1266 por Alfonso X el Sabio, destaca por su sobriedad castellana y por albergar el pozo que, según la tradición, brota en el lugar de nacimiento del santo. Caleruega es, además, punto de referencia dentro del mototurismo religioso y cultural de Burgos.
Baños de Valdearados
La siguiente parada nos lleva hasta Baños de Valdearados, donde se encuentra la Villa Romana de Santa Cruz, uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de la provincia.
El conjunto conserva mosaicos del siglo IV, entre ellos el famoso Mosaico de Baco, que representa al dios del vino en un carro tirado por panteras. Esta pieza es una de las más emblemáticas del arte romano en el norte peninsular y da sentido al vínculo histórico entre la Ribera del Duero y la cultura del vino.
Gumiel de Izán
Gumiel de Izán conserva un importante conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural. Entre sus principales atractivos destaca la Iglesia de Santa María, de origen gótico, con elementos barrocos añadidos en siglos posteriores.
En su interior se encuentra un retablo mayor del siglo XVI considerado uno de los más valiosos de la Ribera del Duero. Su fachada, tallada en piedra caliza, preside el casco urbano y es un referente del patrimonio religioso burgalés.
Pedrosa de Duero
En Pedrosa de Duero se encuentra una de las bodegas más reconocidas de la denominación de origen: Bodegas Carmelo Rodero.
La visita permite conocer el proceso de elaboración de sus vinos, las instalaciones modernas que aprovechan la gravedad para el movimiento del mosto y la historia de una familia que ha convertido su tradición agrícola en una referencia enológica.
Fuentelcésped
En Fuentelcésped, la visita combina tradición y modernidad. Las antiguas bodegas subterráneas excavadas a mano, algunas datadas en el siglo XIV, contrastan con las nuevas instalaciones de bodegas familiares como Bodegas Pascual, donde se produce vino manteniendo la esencia de los métodos tradicionales.
Bajo el casco urbano se conservan galerías con temperatura estable todo el año, testimonio del ingenio popular para conservar el vino antes de la existencia de sistemas industriales.
La Vid
La parada en La Vid es imprescindible. A orillas del río Duero se alza el Monasterio de Santa María de La Vid, una de las joyas arquitectónicas de la provincia. Fundado por los agustinos en el siglo XII, el edificio combina elementos románicos, góticos y renacentistas, destacando su claustro y su biblioteca, que conserva más de 10 000 volúmenes.
Zuzones
En Zuzones, un pequeño municipio ribereño, se desarrolla el programa “Te enseño mi pueblo”, una iniciativa de turismo participativo donde los propios vecinos actúan como guías para mostrar los lagares, bodegas tradicionales y su historia local.
Este modelo de turismo sostenible ha ayudado a revitalizar pequeñas localidades de la comarca, manteniendo vivas sus tradiciones y su patrimonio rural.
Peñaranda de Duero
Peñaranda de Duero es uno de los conjuntos históricos más destacados de la provincia. Su castillo del siglo XV domina el valle, mientras que la Plaza Mayor porticada acoge edificios notables como el Palacio de los Condes de Avellaneda y la Colegiata de Santa Ana, con una torre de 50 metros que marca el perfil del municipio.
La villa conserva también un rollo jurisdiccional, símbolo de la autonomía judicial que tuvo en época medieval, y ofrece un recorrido completo por el patrimonio nobiliario, civil y religioso de la Ribera del Duero.
Clunia Sulpicia
El final de la ruta lleva hasta las Ruinas de Clunia Sulpicia, una de las ciudades romanas más importantes del norte peninsular.
El yacimiento, situado en el término de Peñalba de Castro, conserva el foro, las termas y un teatro excavado en la roca con capacidad para más de 10 000 espectadores. Clunia fue capital de un convento jurídico de la Hispania Tarraconense y jugó un papel esencial en la romanización del valle del Duero.
Esta ruta “De Roma al vino eterno” forma parte del programa Burgos, Origen y Destino en Moto, impulsado por SODEBUR en colaboración con Motoclub Burgos Sport.
El itinerario combina carreteras de interés paisajístico con patrimonio romano, medieval y enológico, ofreciendo una visión completa de la Ribera del Duero burgalesa.
Más info
Ruta de Iglesia de San Sebastián a Peñalba de Castro pasando por:
– Ermita Ntra Sra del Pilar (26.7 km)
– Iglesia Santa Maria de la Asunción (34.0 km)
– Rollo jurisdiccional (101.0 km)
– Monasterio de Santa María de la Vid (145.3 km)
– Colegiata de Santa Ana (158.2 km)
– Ermita del Santo Cristo (169.9 km)









