Iglesia de San Cosme y San Damián de Encío
Iglesia de San Cosme y San Damián de Encío
La localidad de Encío se encuentra cercana a Pancorbo y a Miranda de Ebro. El primitivo emplazamiento del caserío, el Barrio Alto, fue abandonado, paulatinamente, durante la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX, para reubicarse en el entorno de la carretera Nacional I.
En la cima de aquel primer asentamiento, desde donde se domina una buena extensión de la Ribera del Ebro, se encuentra la deteriorada iglesia románica de San Cosme y San Damián. Se trata de un edificio de nave única, dividido en cuatro irregulares tramos, rematados por un ábside semicircular. La nave está cubierta por una bóveda de cañón apuntada, reforzada por arcos fajones.
El ábside es de excelente construcción, aunque sobre él se cierne la amenaza de una grieta. Se levanta sobre un pedestal y dos gruesas columnas, que partiendo de un basamento prismático, lo dividen en tres paños. En el tramo central se abre una pequeña ventana, rodeada por un arco trilobulado.
Más info
Al interior del templo se accede por dos portadas, ambas abiertas en el segundo tramo de la nave. La más septentrional tiene un arco de medio punto sin decoración. La portada principal está semioculta bajo un pórtico. Sobre el hastial occidental se alza una espadaña de dos pisos escalonados de troneras. Por debajo de ella se sitúa una ventana, que proporciona luminosidad a toda la nave.
En el interior, hay que destacar los capiteles que recogen los arcos fajones que sustentan las bóvedas y, en especial, los del arco del triunfo. Éstos están decorados por hojas, bolas, aves, etc.
Desde Encío se puede llegar hasta las ruinas del antiguo monasterio de Santa María de Obarenes.
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Iglesia de San Cosme y San Damián de Encío
La localidad de Encío se encuentra cercana a Pancorbo y a Miranda de Ebro. El primitivo emplazamiento del caserío, el Barrio Alto, fue abandonado, paulatinamente, durante la segunda mitad del siglo XIX y primera del XX, para reubicarse en el entorno de la carretera Nacional I.
En la cima de aquel primer asentamiento, desde donde se domina una buena extensión de la Ribera del Ebro, se encuentra la deteriorada iglesia románica de San Cosme y San Damián. Se trata de un edificio de nave única, dividido en cuatro irregulares tramos, rematados por un ábside semicircular. La nave está cubierta por una bóveda de cañón apuntada, reforzada por arcos fajones.
El ábside es de excelente construcción, aunque sobre él se cierne la amenaza de una grieta. Se levanta sobre un pedestal y dos gruesas columnas, que partiendo de un basamento prismático, lo dividen en tres paños. En el tramo central se abre una pequeña ventana, rodeada por un arco trilobulado.
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Al interior del templo se accede por dos portadas, ambas abiertas en el segundo tramo de la nave. La más septentrional tiene un arco de medio punto sin decoración. La portada principal está semioculta bajo un pórtico. Sobre el hastial occidental se alza una espadaña de dos pisos escalonados de troneras. Por debajo de ella se sitúa una ventana, que proporciona luminosidad a toda la nave.
En el interior, hay que destacar los capiteles que recogen los arcos fajones que sustentan las bóvedas y, en especial, los del arco del triunfo. Éstos están decorados por hojas, bolas, aves, etc.
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