En el Valle de Valdivielso, en una inaccesible cumbre rodeada de bosques, se alza el castillo de Toba, también llamado de Malvecino. Esta fortificación controla el estrecho paso por donde discurre una importante vía de comunicación que recorre la margen derecha del Ebro. El plano de la fortaleza es muy irregular debido a su adaptación al promontorio rocoso sobre el que se asienta. El castillo está rodeado por precipicios, que lo hacen infranqueable por todos sus lados, salvo por el norte.

Su inaccesibilidad también está asegurada por la espesa vegetación que lo rodea y cubre. Esta frondosidad imposibilita hacer mediciones fiables sobre sus dimensiones. Se trata de una fortaleza estrecha y muy alargada, de casi 30 metros, con muros no muy gruesos. En su alzado aún se pueden distinguir la planta baja y parte de las dos plantas superiores.

Parece ser que fue construido en la primera mitad del siglo XIV, ya que poco después el castillo aparece citado por primera vez.

Para llegar al castillo hay que seguir un pequeño sendero que nace en el pueblo de Toba de Valdivielso. Aunque su acceso es difícil, merece la pena acercarse a sus muros por la hermosa panorámica que se contempla de todo el valle de Valdivielso, en el que se distinguen numerosos pueblos y monumentos.