Castillo de los Velasco
Castillo de los Velasco
La imponente mole del Alcázar de los Condestables, también conocida como Las Torres o Castillo de Los Velasco, domina el casco antiguo de Medina de Pomar. Desde el momento de su construcción entre los años 1370 y 1380 es símbolo de la villa y del poder que la familia de los Velasco ejerció en estas tierras durante la Edad Media.
La fortaleza consta de dos robustos torreones de planta cuadrada, unidos entre sí por un cuerpo central de menor altura. Actualmente se ubica en su interior el Museo Histórico de las Merindades.
En 1931 fue declarado Bien de Interés Cultural.
En el extremo suroccidental de Medina de Pomar se alza el majestuoso alcázar de los Velasco, conocido popularmente como “Las Torres”. Esta fortaleza fue mandada construir por Pedro Fernández de Velasco a finales del siglo XIV. En 1369 el rey Enrique II “el de las Mercedes” donó Medina de Pomar a su camarero mayor, Don Pedro Fernández de Velasco, en pago a los servicios prestados en las luchas contra su hermano Pedro I “El Cruel”. De esta manera entró la villa en la órbita de la poderosa familia de los Velasco, que la convirtió en la capital de sus estados situados en la orilla superior del Ebro.
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La fortaleza consta de dos robustos torreones de planta cuadrada, rematados por almenas en sus cuatro fachadas y unidos entre sí por un cuerpo central de menor altura. Todo el conjunto se levantó con gruesos muros de cantería, en los que casi no se abren vanos. En el cuerpo central se encontraba el salón principal del alcázar, de forma alargada. De los dos torreones, el de la izquierda estaba cubierto por bóvedas; era la residencia de los Velasco y donde se guardaba el archivo. El torreón norte era más frío y oscuro y en él residía la guardia y la servidumbre. Las diferentes plantas se comunicaban entre sí por una escalera de caracol, a la que se accedía por una puerta de arco rebajado, sobre la que están grabados los escudos de los Velasco. A pesar de su tosca forma exterior, sus salones y estancias fueron modelo de lujo y elegancia, como muestran sus restos de yeserías mudéjares.
En el siglo XIX los Duques de Frías cedieron en usufructo el alcázar al Ayuntamiento de Medina de Pomar, que posteriormente obtuvo su completa propiedad. Desde noviembre de 2002, está ubicado en la fortaleza el Museo de Las Merindades. Las colecciones museísticas que alberga permiten rastrear la historia de la comarca a través de sus diferentes salas: Merindades, Arqueología, Sala Noble, Etnografía, Historia y Patrimonio, Bellas Artes y Medio Físico. Las cuatro plantas del Museo custodian elementos tan significativos como el albalá de Enrique II en el que se otorga a Don Pedro Fernández de Velasco la villa de Medina de Pomar en señorío, una boca de fuente romana del siglo III o del IV o una inscripción de la consagración de la iglesia visigótica de Santa María de Mijangos (siglo VI).
En la última planta, en la terraza de la torre norte, hay un mirador desde el que se controla toda la ciudad y un extenso territorio: desde los Obarenes hasta los montes de Valnera y Ordunte, la Sierra de la Tesla y los Montes de la Peña. Además de la exposición permanente, se realizan otras itinerantes, que se acompañan con conferencias, ciclos de cine histórico y actividades dirigidas a los escolares.
Por su contenido museográfico, el Museo Histórico de Las Merindades está incluido en la Red de Museos de la Junta de Castilla y León. Esta fortaleza ha sido declarada Bien de Interés Cultural en 1931 y es el símbolo de la ciudad y del poder de la familia que dominó esta tierra en la Edad Media.
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Castillo de los Velasco
La imponente mole del Alcázar de los Condestables, también conocida como Las Torres o Castillo de Los Velasco, domina el casco antiguo de Medina de Pomar. Desde el momento de su construcción entre los años 1370 y 1380 es símbolo de la villa y del poder que la familia de los Velasco ejerció en estas tierras durante la Edad Media.
La fortaleza consta de dos robustos torreones de planta cuadrada, unidos entre sí por un cuerpo central de menor altura. Actualmente se ubica en su interior el Museo Histórico de las Merindades.
En 1931 fue declarado Bien de Interés Cultural.
En el extremo suroccidental de Medina de Pomar se alza el majestuoso alcázar de los Velasco, conocido popularmente como “Las Torres”. Esta fortaleza fue mandada construir por Pedro Fernández de Velasco a finales del siglo XIV. En 1369 el rey Enrique II “el de las Mercedes” donó Medina de Pomar a su camarero mayor, Don Pedro Fernández de Velasco, en pago a los servicios prestados en las luchas contra su hermano Pedro I “El Cruel”. De esta manera entró la villa en la órbita de la poderosa familia de los Velasco, que la convirtió en la capital de sus estados situados en la orilla superior del Ebro.
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La fortaleza consta de dos robustos torreones de planta cuadrada, rematados por almenas en sus cuatro fachadas y unidos entre sí por un cuerpo central de menor altura. Todo el conjunto se levantó con gruesos muros de cantería, en los que casi no se abren vanos. En el cuerpo central se encontraba el salón principal del alcázar, de forma alargada. De los dos torreones, el de la izquierda estaba cubierto por bóvedas; era la residencia de los Velasco y donde se guardaba el archivo. El torreón norte era más frío y oscuro y en él residía la guardia y la servidumbre. Las diferentes plantas se comunicaban entre sí por una escalera de caracol, a la que se accedía por una puerta de arco rebajado, sobre la que están grabados los escudos de los Velasco. A pesar de su tosca forma exterior, sus salones y estancias fueron modelo de lujo y elegancia, como muestran sus restos de yeserías mudéjares.
En el siglo XIX los Duques de Frías cedieron en usufructo el alcázar al Ayuntamiento de Medina de Pomar, que posteriormente obtuvo su completa propiedad. Desde noviembre de 2002, está ubicado en la fortaleza el Museo de Las Merindades. Las colecciones museísticas que alberga permiten rastrear la historia de la comarca a través de sus diferentes salas: Merindades, Arqueología, Sala Noble, Etnografía, Historia y Patrimonio, Bellas Artes y Medio Físico. Las cuatro plantas del Museo custodian elementos tan significativos como el albalá de Enrique II en el que se otorga a Don Pedro Fernández de Velasco la villa de Medina de Pomar en señorío, una boca de fuente romana del siglo III o del IV o una inscripción de la consagración de la iglesia visigótica de Santa María de Mijangos (siglo VI).
En la última planta, en la terraza de la torre norte, hay un mirador desde el que se controla toda la ciudad y un extenso territorio: desde los Obarenes hasta los montes de Valnera y Ordunte, la Sierra de la Tesla y los Montes de la Peña. Además de la exposición permanente, se realizan otras itinerantes, que se acompañan con conferencias, ciclos de cine histórico y actividades dirigidas a los escolares.
Por su contenido museográfico, el Museo Histórico de Las Merindades está incluido en la Red de Museos de la Junta de Castilla y León. Esta fortaleza ha sido declarada Bien de Interés Cultural en 1931 y es el símbolo de la ciudad y del poder de la familia que dominó esta tierra en la Edad Media.