Castillo de los Velasco Lezana de Mena
Castillo de los Velasco Lezana de Mena
Una de las torres mejor conservadas de la provincia burgalesa. La torre está rodeada de una muralla que le da aspecto de fortaleza. Fue construida a finales del siglo XIV por la familia Velasco.
Por su complejidad, dimensiones y conservación, es el castillo más importante de Mena y una de los más interesantes de la provincia de Burgos. Las primeras noticias de la Torre datan de 1397 cuando recae, tras repartir la herencia de Pedro Gómez de Porras, en María Alonso de Porras, casada con Diego Sánchez de Velasco.
Cerca del nacimiento del río Cadagua, al suroeste del Valle de Mena, protegido por los Montes de la Peña, se encuentra el pueblo de Lezana de Mena. Su torre es una de las mejor conservadas de la provincia de Burgos y llama la atención por sus dimensiones y complejidad.
La primera referencia a esta torre aparece en 1397, cuando los herederos de Pedro Gómez de Porras se reparten los bienes familiares. Parece ser que la torre fue construida por la familia Angulo a finales del siglo XIV. Esta fortaleza, al igual que otras muchas del norte de la provincia, terminó en manos de la rama menesa de los Velasco.
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La torre de Lezana de Mena está rodeada por una muralla, que le da el aspecto de una pequeña y coqueta fortaleza. Los lienzos de la barbacana miden aproximadamente 20 metros de largo y están reforzados por cubos en las esquinas y por pequeñas torres cuadradas en el centro de los paños. Toda la barbacana está construida con mampostería, aunque la puerta de entrada es de sillarejo.
En el interior de la pequeña muralla se alza la esbelta torre. Para acceder a la planta baja hay que atravesar una puerta situada en el lado este. El acceso a las plantas superiores se realiza por un patín cuadrangular adosado a la muralla, que también permite llegar al camino de ronda por un lado y por el otro a una pequeña torre situada en el lado norte. Un puente levadizo, hoy desaparecido, permitía el paso desde esta pequeña torre a las estancias más nobles del torreón.
Los vanos son escasos en todo el conjunto. Tan solo en la primera y segunda planta se abren diversas ventanitas de arco apuntado. Toda la fortaleza está plagada de saeteras, que contribuyen a acentuar el carácter defensivo de la construcción.
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Castillo de los Velasco Lezana de Mena
Una de las torres mejor conservadas de la provincia burgalesa. La torre está rodeada de una muralla que le da aspecto de fortaleza. Fue construida a finales del siglo XIV por la familia Velasco.
Por su complejidad, dimensiones y conservación, es el castillo más importante de Mena y una de los más interesantes de la provincia de Burgos. Las primeras noticias de la Torre datan de 1397 cuando recae, tras repartir la herencia de Pedro Gómez de Porras, en María Alonso de Porras, casada con Diego Sánchez de Velasco.
Cerca del nacimiento del río Cadagua, al suroeste del Valle de Mena, protegido por los Montes de la Peña, se encuentra el pueblo de Lezana de Mena. Su torre es una de las mejor conservadas de la provincia de Burgos y llama la atención por sus dimensiones y complejidad.
La primera referencia a esta torre aparece en 1397, cuando los herederos de Pedro Gómez de Porras se reparten los bienes familiares. Parece ser que la torre fue construida por la familia Angulo a finales del siglo XIV. Esta fortaleza, al igual que otras muchas del norte de la provincia, terminó en manos de la rama menesa de los Velasco.
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La torre de Lezana de Mena está rodeada por una muralla, que le da el aspecto de una pequeña y coqueta fortaleza. Los lienzos de la barbacana miden aproximadamente 20 metros de largo y están reforzados por cubos en las esquinas y por pequeñas torres cuadradas en el centro de los paños. Toda la barbacana está construida con mampostería, aunque la puerta de entrada es de sillarejo.
En el interior de la pequeña muralla se alza la esbelta torre. Para acceder a la planta baja hay que atravesar una puerta situada en el lado este. El acceso a las plantas superiores se realiza por un patín cuadrangular adosado a la muralla, que también permite llegar al camino de ronda por un lado y por el otro a una pequeña torre situada en el lado norte. Un puente levadizo, hoy desaparecido, permitía el paso desde esta pequeña torre a las estancias más nobles del torreón.
Los vanos son escasos en todo el conjunto. Tan solo en la primera y segunda planta se abren diversas ventanitas de arco apuntado. Toda la fortaleza está plagada de saeteras, que contribuyen a acentuar el carácter defensivo de la construcción.