Ruta del Valle de Valdelucio y Las Loras
Ruta del Valle de Valdelucio y Las Loras
Las desconocidas tierras altas de la paramera de la Lora guardan numerosos rincones de interés. Esta ruta permite descubrir parajes geológicos de primer orden, valles recónditos y muestras del mejor románico castellano. El abrupto paisaje está caracterizado por un original relieve a base de largas y estrechas estructuras rocosas, conocidas como Loras.
Comenzamos nuestro recorrido en San Felices del Rudrón, agradable localidad con bello paisaje, y tomaremos la carretera que asciende vertiginosamente a los páramos de la Lora. El relieve está formado por alargadas superficies calizas, en las que sólo crece una rala vegetación que sirve de refugio a un buen grupo de valiosas aves esteparias.
Sargentes de la Lora será el primer pueblo que encontremos. En sus cercanías se encuentra el Dolmen de la Cabaña. En el cercano Ayoluengo se encuentra un campo petrolífero con sus torres y bombas de extracción que entró en funcionamiento en el año 1964 y es único en el territorio español; en las cercanías de este pueblo se encuentra un importante hayedo que dio nombre al pueblo.
En la carretera que discurre entre Sargentes de la Lora y Valdeajos encontraremos una bifurcación que se dirige al pueblo cántabro de Polientes, justo en el borde del páramo hay excelentes vistas del vecino Valle de Valderredible.
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Más info
Tras pasar Barrio-Panizares y poco antes de llegar a Basconcillos del Tozo, tomaremos un desvío a nuestra izquierda que se dirige a Hoyos del Tozo. Hoyos del Tozo está enmarcado por escarpados cortados rocosos y goza de un privilegiado entorno natural; en su caserío sobresale un bien conservado conjunto de arquitectura popular. Basconcillos del Tozo tiene iglesia con restos románicos y siguiendo el curso del río Hurón encontraremos el paraje de la Cueva del Agua.
La carretera nacional 627 en dirección a Aguilar de Campoo nos adentra en el Valle de Valdelucio.
El Valle de Valdelucio es un original espacio geográfico vertebrado por el río Lucio y limitado al norte por las parameras de la Lora y al sur por los abruptos relieves de Peña Lora. Destacan sus relictos hayedos y una variada colonia de rapaces y su territorio está repartido entre las cuencas hidrográficas del Ebro y del Duero.
Pasaremos por Pedrosa de Valdelucio y Llanillo para tomar el desvío que se dirige a Quintanas de Valdelucio y Humada. Antes de llegar a Humada, la carretera nos ofrece una espectacular panorámica del conjunto de la comarca de las Loras. Con un poco de atención son fáciles de localizar las principales estructuras de este original relieve de sinclinales colgados: Peña Amaya, Barriolucio, Carrascal, Tuerces, Humada, Rebolledo, Albacastro, Villela, Cuevas y la Pinza.
Dominando el pueblo de Humada y todo el valle del río Odra aparece el impresionante farallón rocoso de la Ulaña. En su cima se han localizado varios castros amurallados de la Edad del Hierro.
La carretera que se dirige a Rebolledo de la Torre flanquea el norte de la Peña Amaya pasando por los pueblos de Fuenteodra, Rebolledo Traspeña, Valtierra de Albacastro y el abandonado Albacastro, todos ellos con interesantes ejemplos de arquitectura popular.
En Rebolledo de la Torre se descubre la más bella galería porticada del románico castellano y los restos de su castillo.
Volvemos de nuevo a Humada y tomamos la pequeña carretera que se dirige a la Nacional 627 pasando por San Martín de Humada, Fuencaliente de Puerta y Talamillo del Tozo, por la vertiente norte de Peña Ulaña. Tomando la carretera nacional 627 en dirección a Burgos llegamos al pueblo de La Piedra que debe su nombre a una gran y llamativa roca caliza que se alza justo encima de su caserío. En la iglesia parroquial destaca un bello ábside románico fechado en el último tercio del siglo XII. De planta semicircular, presenta tres paños visibles separados entre sí por columnas que alcanzan el alero. Un amplio arco enmarca cada una de las tres ventanas y resalta su cuidada decoración, concentrada sobre todo en sus arquivoltas y columnas, a base de roleos vegetales y elementos geométricos.
Úrbel del Castillo será el final de nuestra ruta, un buen conjunto de arquitectura tradicional presidido por los restos, aún desafiantes, de su castillo.
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Las desconocidas tierras altas de la paramera de la Lora guardan numerosos rincones de interés. Esta ruta permite descubrir parajes geológicos de primer orden, valles recónditos y muestras del mejor románico castellano. El abrupto paisaje está caracterizado por un original relieve a base de largas y estrechas estructuras rocosas, conocidas como Loras.
Comenzamos nuestro recorrido en San Felices del Rudrón, agradable localidad con bello paisaje, y tomaremos la carretera que asciende vertiginosamente a los páramos de la Lora. El relieve está formado por alargadas superficies calizas, en las que sólo crece una rala vegetación que sirve de refugio a un buen grupo de valiosas aves esteparias.
Sargentes de la Lora será el primer pueblo que encontremos. En sus cercanías se encuentra el Dolmen de la Cabaña. En el cercano Ayoluengo se encuentra un campo petrolífero con sus torres y bombas de extracción que entró en funcionamiento en el año 1964 y es único en el territorio español; en las cercanías de este pueblo se encuentra un importante hayedo que dio nombre al pueblo.
En la carretera que discurre entre Sargentes de la Lora y Valdeajos encontraremos una bifurcación que se dirige al pueblo cántabro de Polientes, justo en el borde del páramo hay excelentes vistas del vecino Valle de Valderredible.
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Tras pasar Barrio-Panizares y poco antes de llegar a Basconcillos del Tozo, tomaremos un desvío a nuestra izquierda que se dirige a Hoyos del Tozo. Hoyos del Tozo está enmarcado por escarpados cortados rocosos y goza de un privilegiado entorno natural; en su caserío sobresale un bien conservado conjunto de arquitectura popular. Basconcillos del Tozo tiene iglesia con restos románicos y siguiendo el curso del río Hurón encontraremos el paraje de la Cueva del Agua.
La carretera nacional 627 en dirección a Aguilar de Campoo nos adentra en el Valle de Valdelucio.
El Valle de Valdelucio es un original espacio geográfico vertebrado por el río Lucio y limitado al norte por las parameras de la Lora y al sur por los abruptos relieves de Peña Lora. Destacan sus relictos hayedos y una variada colonia de rapaces y su territorio está repartido entre las cuencas hidrográficas del Ebro y del Duero.
Pasaremos por Pedrosa de Valdelucio y Llanillo para tomar el desvío que se dirige a Quintanas de Valdelucio y Humada. Antes de llegar a Humada, la carretera nos ofrece una espectacular panorámica del conjunto de la comarca de las Loras. Con un poco de atención son fáciles de localizar las principales estructuras de este original relieve de sinclinales colgados: Peña Amaya, Barriolucio, Carrascal, Tuerces, Humada, Rebolledo, Albacastro, Villela, Cuevas y la Pinza.
Dominando el pueblo de Humada y todo el valle del río Odra aparece el impresionante farallón rocoso de la Ulaña. En su cima se han localizado varios castros amurallados de la Edad del Hierro.
La carretera que se dirige a Rebolledo de la Torre flanquea el norte de la Peña Amaya pasando por los pueblos de Fuenteodra, Rebolledo Traspeña, Valtierra de Albacastro y el abandonado Albacastro, todos ellos con interesantes ejemplos de arquitectura popular.
En Rebolledo de la Torre se descubre la más bella galería porticada del románico castellano y los restos de su castillo.
Volvemos de nuevo a Humada y tomamos la pequeña carretera que se dirige a la Nacional 627 pasando por San Martín de Humada, Fuencaliente de Puerta y Talamillo del Tozo, por la vertiente norte de Peña Ulaña. Tomando la carretera nacional 627 en dirección a Burgos llegamos al pueblo de La Piedra que debe su nombre a una gran y llamativa roca caliza que se alza justo encima de su caserío. En la iglesia parroquial destaca un bello ábside románico fechado en el último tercio del siglo XII. De planta semicircular, presenta tres paños visibles separados entre sí por columnas que alcanzan el alero. Un amplio arco enmarca cada una de las tres ventanas y resalta su cuidada decoración, concentrada sobre todo en sus arquivoltas y columnas, a base de roleos vegetales y elementos geométricos.
Úrbel del Castillo será el final de nuestra ruta, un buen conjunto de arquitectura tradicional presidido por los restos, aún desafiantes, de su castillo.