Iglesia de San Martín. Briviesca
Iglesia de San Martín. Briviesca
La iglesia de San Martín es la iglesia parroquial de Briviesca y está situada en el Plaza Mayor de la villa. Su fachada corresponde a la primera mitad del siglo XVI, pero el hecho de que estuviera construida con débil piedra caliza de la zona ha hecho que se encuentre muy deteriorada. A pesar de ello, aún podemos reconocer en ella las imágenes de Nuestra Señora, patrona de Briviesca, de San Martín y de San Juan Bautista, así como dos medallones en las enjutas de inconfundible estilo plateresco.
Su esbelta espadaña es sucesora de la torre, destruida en 1867 por la Junta revolucionaria. La robustez y monumentalidad de los muros exteriores, en los que se abren escasos vanos, recuerda su concepción románica.
Ya en el interior, se observa una vasta y elevada bóveda del gótico tardío (finales del siglo XV), estilo en el que se inició la construcción de la iglesia, aunque también se aprecia en ella el estilo renacentista y el deslumbrante barroco de las bóvedas y del retablo mayor. La mayor parte de la fábrica de la iglesia es del siglo XVI y fue realizada por los maestros Lope García de Arredondo y Juan de Siniega.
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Es un templo de tres naves que se inscriben en un rectángulo. La nave central es la más elevada y está separada de las laterales por arcos de medio punto apoyados en gruesas columnas. Tiene un hermoso y rico retablo dorado, de estilo barroco, del siglo XVIII. Fue proyectado por el arquitecto Antonio Cortés, pero sus tallas, su decoración vegetal y sus relieves fueron realizados por el tallista Manuel de Agreda.
La calle central está ocupada por el patrono del templo, San Martín, obispo en el siglo IV de la ciudad francesa de Tours y uno de los santos más populares del cristianismo occidental. Aparecen también Nuestra Señora y el Arcángel San Miguel, enmarcado éste por dos singulares estípites. Las calles laterales arrancan de los bajorrelieves del rico Epulón y del martirio de Santa Bárbara.
Merece la pena también destacar la importancia de las naves laterales, en especial la de la izquierda, denominada Capilla de las Viejas, fundada por Pedro Ruiz, cuyas armas lucen en la rejería. Dicha capilla está presidida por un retablo de tablas hispano-flamencas, de finales del siglo XV, restauradas hace unos años. A uno y a otro lado de la capilla apreciamos interesantes sepulcros.
En la nave de la derecha encontramos un magnífico Santo Sepulcro, con un Cristo de brazos articulados que descansa en un sarcófago de plata y cristal. Dicho conjunto es uno de los pasos más tradicionales de la importante Semana Santa briviescana.
En el interior de esta iglesia se conservan cuidadosamente una magnífica custodia barroca, donada por la familia Soto Guzmán, y un tríptico de Amberes del siglo XVI, entre otras importantes obras artísticas.
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Iglesia de San Martín. Briviesca
La iglesia de San Martín es la iglesia parroquial de Briviesca y está situada en el Plaza Mayor de la villa. Su fachada corresponde a la primera mitad del siglo XVI, pero el hecho de que estuviera construida con débil piedra caliza de la zona ha hecho que se encuentre muy deteriorada. A pesar de ello, aún podemos reconocer en ella las imágenes de Nuestra Señora, patrona de Briviesca, de San Martín y de San Juan Bautista, así como dos medallones en las enjutas de inconfundible estilo plateresco.
Su esbelta espadaña es sucesora de la torre, destruida en 1867 por la Junta revolucionaria. La robustez y monumentalidad de los muros exteriores, en los que se abren escasos vanos, recuerda su concepción románica.
Ya en el interior, se observa una vasta y elevada bóveda del gótico tardío (finales del siglo XV), estilo en el que se inició la construcción de la iglesia, aunque también se aprecia en ella el estilo renacentista y el deslumbrante barroco de las bóvedas y del retablo mayor. La mayor parte de la fábrica de la iglesia es del siglo XVI y fue realizada por los maestros Lope García de Arredondo y Juan de Siniega.
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Es un templo de tres naves que se inscriben en un rectángulo. La nave central es la más elevada y está separada de las laterales por arcos de medio punto apoyados en gruesas columnas. Tiene un hermoso y rico retablo dorado, de estilo barroco, del siglo XVIII. Fue proyectado por el arquitecto Antonio Cortés, pero sus tallas, su decoración vegetal y sus relieves fueron realizados por el tallista Manuel de Agreda.
La calle central está ocupada por el patrono del templo, San Martín, obispo en el siglo IV de la ciudad francesa de Tours y uno de los santos más populares del cristianismo occidental. Aparecen también Nuestra Señora y el Arcángel San Miguel, enmarcado éste por dos singulares estípites. Las calles laterales arrancan de los bajorrelieves del rico Epulón y del martirio de Santa Bárbara.
Merece la pena también destacar la importancia de las naves laterales, en especial la de la izquierda, denominada Capilla de las Viejas, fundada por Pedro Ruiz, cuyas armas lucen en la rejería. Dicha capilla está presidida por un retablo de tablas hispano-flamencas, de finales del siglo XV, restauradas hace unos años. A uno y a otro lado de la capilla apreciamos interesantes sepulcros.
En la nave de la derecha encontramos un magnífico Santo Sepulcro, con un Cristo de brazos articulados que descansa en un sarcófago de plata y cristal. Dicho conjunto es uno de los pasos más tradicionales de la importante Semana Santa briviescana.
En el interior de esta iglesia se conservan cuidadosamente una magnífica custodia barroca, donada por la familia Soto Guzmán, y un tríptico de Amberes del siglo XVI, entre otras importantes obras artísticas.
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