Bosques, nieve y bolas rojas: los paisajes burgaleses se visten de Navidad con la eclosión de los acebos
Bosques, nieve y bolas rojas: los paisajes burgaleses se visten de Navidad con la eclosión de los acebos
Sumergirse en la impresionante naturaleza de la provincia de Burgos en estas fechas es como entrar en una bola de Navidad y, con suerte, que alguien la agite y caiga la nieve. Cinco rutas de lo más navideño recorren ahora los paisajes de montaña más espectaculares en los que grandes masas de acebo son las encargadas de poner las bolas rojas del árbol. Los mejores recuerdos en familia de esta Navidad están en Burgos e incluyen fotos con acebos de hasta 11 metros de alto. ¿Te vienes?
Miércoles, 17 de diciembre de 2025.- En los acebos burgaleses cuelgan ya sus brillantes bolas rojas, llenando así de Navidad los paisajes de montaña más hermosos de la provincia. Si te encanta la naturaleza y no te da miedo el frío, en territorio burgalés se pueden recorrer ahora cinco rutas muy navideñas. Picos nevados, villas señoriales, cascadas y bosques con acebos de hasta 11 metros de altura pintan estos días postales navideñas en las que la magia de estas fechas puede traer de regalo el impresionante vuelo del casi extinto buitre negro. Un plan ideal para pasar tiempo con los que más quieres y llevarte de recuerdo un Christmas con todos los must: nieve, bosques, pueblos encantadores y mucho acebo.
Valmala: acebos de hasta 10 metros en los paisajes de montaña más espectaculares
Al este de la provincia de Burgos, rozando casi tierras riojanas, sorprenden los hermosos paisajes de montaña (nevados de costumbre en esta época) de Valmala, una preciosa localidad de la Sierra de la Demanda, perteneciente a la comarca de Montes de Oca y muy cerca de uno de los mejores planes navideños por excelencia de la provincia de Burgos: Briviesca, la histórica capital de La Bureba.
En este rincón burgalés, entre el embalse de Úzquiza y el pico San Millán, descansa a 1.100 metros un acebal con ejemplares que alcanzan los 8 ó 10 metros y salpican de bolas rojas de Navidad los paisajes de montaña más espectaculares. Los amantes de las rutas de senderismo más impresionantes pueden, además, hacer la Senda de las Cascadas –una ruta circular en la falda del pico San Millán– o animarse con toda la Ruta del Norte de la Demanda.
La ruta del río Oropesa hacia Pradoluengo y dos clásicos navideños: acebos y calcetines
A los pies de las cumbres de la misma Sierra de la Demanda corren las aguas del río Oropesa. Sobre sus orillas se extienden hayedos centenarios, pinares y bosques de acebos en los que adentrarse por una ruta llamada ‘El nacedero del río Oropesa’, que discurre paralela al curso fluvial hasta llegar a Pradoluengo, una villa que está a unos 50 minutos de la ciudad de Burgos y que guarda una estrecha relación con el río gracias a su industria textil.
El auge de esta actividad, de la que hoy queda únicamente la confección de calcetines (un souvenir perfecto y un regalo de Navidad aún mejor), fue en el siglo XIX y es de esa época que se conservan joyas del patrimonio industrial como los batanes o hilaturas. El agua del Oropesa era la encargada de poner en funcionamiento las ruedas de esta maquinaria, así como parte importante del proceso de tintado de los tejidos que llevaron a esta villa indiana a ser conocida en toda la península por la calidad de su género, sobre todo de sus fajas y boinas.
Huerta de Arriba: buitres negros y el Acebo de Elera (6 m de perímetro y la cicatriz de un rayo)
Seguimos en la Sierra de la Demanda. La veintena de casas blasonadas que sorprenden al pasear por el casco histórico de Huerta de Arriba deja intuir al viajero que en el siglo XVII y XVIII (fecha de las inscripciones en algunas de las fachadas) ésta fue una villa de categoría. Ahora, en plenas fechas navideñas, es además un pueblo de postal del que llevarse algunos de los mejores recuerdos familiares esta Navidad.
Rodeada de inmensos bosques bien conservados de pinos silvestres, hayas, robles y acebos, su riqueza natural resulta una excusa perfecta para darse un baño de paisajes navideños. Aquí, en pleno corazón de la Sierra de la Demanda, se encuentra el Acebo de Elera y una de las fotografías más icónicas de esta Navidad junto al Roble Tres Mojones, uno de los árboles singulares de la provincia con más de 8 metros de perímetro de tronco y 16 metros de altura. Y es que el Acebo de Elera, con sus 6 metros de perímetro, 11 metro de altura y la impresionante cicatriz que dejó el impacto de un rayo, resulta una parada ineludible para los amantes de la naturaleza que, con suerte, podrán disfrutar además del vuelo del buitre negro, pues Huerta de Arriba participa en el Proyecto Monachus, dedicado a la reintroducción de esta especie –extinta en la zona desde hace más de 60 años– en el Sistema Ibérico. Todo un regalo de Reyes.
Tolbaños de Abajo y su impresionante dehesa: una ruta entre robles centenarios y acebos
Acostada a los pies del Valle de Valdelaguna, al sureste de la provincia de Burgos, se encuentra la encantadora localidad de Tolbaños de Abajo, una preciosa población de tradición ganadera y forestal rodeada de robles centenarios y acebos que, con la llegada del frío, decoran de Navidad los paisajes del entorno, cuya protagonista es la Dehesa de Tolbaños de Abajo, uno de los mayores tesoros ecológicos de Castilla y León.
Recorrer los senderos naturales que se adentran aquí en la naturaleza que dibuja la Sierra de la Demanda es darse un baño de Navidad que puede culminar con una visita a la iglesia parroquial que Tolbaños de Abajo dedica a San Quirico y Santa Julita: una preciosa y discreta joya patrimonial del románico serrano que destaca por su preciosa torre exenta y la arcada que define su entrada.
Pineda de la Sierra: una de las masas de acebo mejor conservadas a la vista de senderistas expertos
A 50 kilómetros de la ciudad de Burgos se encuentra esta villa minera de corte señorial ligada desde hace siglos a la trashumancia. Su entorno natural presume de montañas nevadas y enormes bosques frondosos y su casco urbano muestra al viajero el encanto de las casonas de montaña de estilo palaciego, así como la principal joya patrimonial de Pineda de la Sierra: la iglesia de San Esteban Protomártir, declarada Bien de Interés Cultural, que destaca por los detalles escultóricos de su portada y su galería porticada (siglo XII).
Poner rumbo al pico Mencilla –una de las cumbres de la Sierra de la Demanda con casi 2.000 metros de altura– desde esta localidad, es perderse entre abedules, robles, hayas y acebos que sorprenden a lo largo de una ruta que regala algunos de los paisajes más navideños de la provincia de Burgos; paisajes nevados en los que sorprende el rojo de los acebos y la inmensidad de los bosques del entorno. El recorrido, de unos 14 kilómetros ida y vuelta, atraviesa senderos de montaña con un importante desnivel (767 m), lo que reserva la belleza de una de las masas de acebo más extensas y mejor conservadas de la provincia para los senderistas más expertos.
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El auge de esta actividad, de la que hoy queda únicamente la confección de calcetines (un souvenir perfecto y un regalo de Navidad aún mejor), fue en el siglo XIX y es de esa época que se conservan joyas del patrimonio industrial como los batanes o hilaturas. El agua del Oropesa era la encargada de poner en funcionamiento las ruedas de esta maquinaria, así como parte importante del proceso de tintado de los tejidos que llevaron a esta villa indiana a ser conocida en toda la península por la calidad de su género, sobre todo de sus fajas y boinas.
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Rodeada de inmensos bosques bien conservados de pinos silvestres, hayas, robles y acebos, su riqueza natural resulta una excusa perfecta para darse un baño de paisajes navideños. Aquí, en pleno corazón de la Sierra de la Demanda, se encuentra el Acebo de Elera y una de las fotografías más icónicas de esta Navidad junto al Roble Tres Mojones, uno de los árboles singulares de la provincia con más de 8 metros de perímetro de tronco y 16 metros de altura. Y es que el Acebo de Elera, con sus 6 metros de perímetro, 11 metro de altura y la impresionante cicatriz que dejó el impacto de un rayo, resulta una parada ineludible para los amantes de la naturaleza que, con suerte, podrán disfrutar además del vuelo del buitre negro, pues Huerta de Arriba participa en el Proyecto Monachus, dedicado a la reintroducción de esta especie –extinta en la zona desde hace más de 60 años– en el Sistema Ibérico. Todo un regalo de Reyes.
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