Iglesia de San Miguel de Arcos de la Llana
Iglesia de San Miguel de Arcos de la Llana
Uno de los pocos edificios mudéjares conservados en la Provincia de Burgos, la iglesia parroquial de San Miguel es un edificio muy interesante, con algunos elementos góticos. Se trata de una construcción clasicista de comienzos del siglo XVII.
Su fachada principal está limitada por dos pilastras y consiste en una puerta de arco de medio punto, con pilastras en las jambas y un friso sobre el que se abre una hornacina con la imagen de San Miguel. A los lados de la puerta se sitúan dos balcones y el conjunto está coronado por un frontón.
La joya del templo es su torre de estilo mudéjar, levantada, probablemente, a comienzos del siglo XV. Consta de una elevada plataforma de piedra sobre la que se alzan tres cuerpos superpuestos realizados en ladrillo.
En cada piso se abren una serie de ventanales decorados con arcos dobles, apuntados los exteriores y de herradura los interiores. Es una de las pocas construcciones mudéjares que pueden contemplarse en la provincia.
Más info
El interior consta de tres naves con bóvedas renovadas en el siglo XVI. Está presidido por un gran retablo realizado en la primera mitad del siglo XVII en el que se ubican algunas interesantes pinturas de origen madrileño.
Adosado al templo se halla el palacio de los arzobispos burgaleses, que eran señores de la villa de Arcos. Solían pasar en el palacio grandes temporadas, y desde él tenían acceso directo al templo a través de una tribuna.
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Iglesia de San Miguel de Arcos de la Llana
Uno de los pocos edificios mudéjares conservados en la Provincia de Burgos, la iglesia parroquial de San Miguel es un edificio muy interesante, con algunos elementos góticos. Se trata de una construcción clasicista de comienzos del siglo XVII.
Su fachada principal está limitada por dos pilastras y consiste en una puerta de arco de medio punto, con pilastras en las jambas y un friso sobre el que se abre una hornacina con la imagen de San Miguel. A los lados de la puerta se sitúan dos balcones y el conjunto está coronado por un frontón.
La joya del templo es su torre de estilo mudéjar, levantada, probablemente, a comienzos del siglo XV. Consta de una elevada plataforma de piedra sobre la que se alzan tres cuerpos superpuestos realizados en ladrillo.
En cada piso se abren una serie de ventanales decorados con arcos dobles, apuntados los exteriores y de herradura los interiores. Es una de las pocas construcciones mudéjares que pueden contemplarse en la provincia.
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El interior consta de tres naves con bóvedas renovadas en el siglo XVI. Está presidido por un gran retablo realizado en la primera mitad del siglo XVII en el que se ubican algunas interesantes pinturas de origen madrileño.
Adosado al templo se halla el palacio de los arzobispos burgaleses, que eran señores de la villa de Arcos. Solían pasar en el palacio grandes temporadas, y desde él tenían acceso directo al templo a través de una tribuna.