Sorprende al viajero este rincón de la vieja Castilla por la calidad y riqueza de sus recursos turísticos de todo tipo: naturales en el desfiladero del río Oca, en el recóndito y exuberante Valle de Caderechas y en el original paisaje geológico de las salinas de Poza de la Sal.

El patrimonio histórico y artístico no va a la zaga y podremos disfrutar de la arquitectura tradicional de sus pueblos, el conjunto monumental de Poza de la Sal y la histórica villa de Oña donde, además de sus casonas y de la Iglesia de San Juan, el impresionante Monasterio de San Salvador se nos presenta como uno de los grandes cenobios de Castilla; panteón real y condal que alberga numerosas obras de arte de gran calidad.