Iglesia de San Andrés Apóstol de Padilla de Arriba
Iglesia de San Andrés Apóstol de Padilla de Arriba
La iglesia de San Andrés se eleva sobre una plataforma levemente inclinada, que adquiere un mayor desnivel en la zona del ábside. Consta de una sola nave, con cabecera semicircular y torre románicas. El ábside se articula en dos paños y dos cuerpos separados por una imposta y tiene una ventana formada por un arco de medio punto doblado, carente de decoración. La cabecera se cubre con bóveda de horno en el ábside y de cañón apuntado en el tramo recto, mientras que la nave lo hace con bóveda de lunetos, debido a la reforma efectuada en el siglo XVIII.
Adosado al muro presbiteral norte está la torre, en cuyo cuerpo superior se abren las troneras, consistentes en dos arcos apuntados en cada muro. El acceso al interior de la iglesia se realiza a través de una portada abierta en el muro meridional, que consta de un sencillo arco doblado, ligeramente apuntado.
En la iglesia hay siete canecillos y dos relieves románicos procedentes de la iglesia de Santa María, hoy en ruinas. Por los restos conservados se intuye que la iglesia constó de dos naves separadas por pilares y rematadas en testeros rectos. Actualmente sólo se conservan la espadaña y la capilla de la epístola, cubierta con bóveda de cañón apuntado.
En la cabecera se conservan una serie de bajorrelieves de talla muy plana decorados con motivos geométricos, además de una escena con dos personajes luchando. Son piezas probablemente prerrománicas, reutilizadas en la construcción del templo a finales del siglo XII o principios del XIII.
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Iglesia de San Andrés Apóstol de Padilla de Arriba
La iglesia de San Andrés se eleva sobre una plataforma levemente inclinada, que adquiere un mayor desnivel en la zona del ábside. Consta de una sola nave, con cabecera semicircular y torre románicas. El ábside se articula en dos paños y dos cuerpos separados por una imposta y tiene una ventana formada por un arco de medio punto doblado, carente de decoración. La cabecera se cubre con bóveda de horno en el ábside y de cañón apuntado en el tramo recto, mientras que la nave lo hace con bóveda de lunetos, debido a la reforma efectuada en el siglo XVIII.
Adosado al muro presbiteral norte está la torre, en cuyo cuerpo superior se abren las troneras, consistentes en dos arcos apuntados en cada muro. El acceso al interior de la iglesia se realiza a través de una portada abierta en el muro meridional, que consta de un sencillo arco doblado, ligeramente apuntado.
En la iglesia hay siete canecillos y dos relieves románicos procedentes de la iglesia de Santa María, hoy en ruinas. Por los restos conservados se intuye que la iglesia constó de dos naves separadas por pilares y rematadas en testeros rectos. Actualmente sólo se conservan la espadaña y la capilla de la epístola, cubierta con bóveda de cañón apuntado.
En la cabecera se conservan una serie de bajorrelieves de talla muy plana decorados con motivos geométricos, además de una escena con dos personajes luchando. Son piezas probablemente prerrománicas, reutilizadas en la construcción del templo a finales del siglo XII o principios del XIII.