Bañada por el río Arlanza, del que toma el nombre, esta comarca se caracteriza por sus terrenos calizos en los que el río ha excavado profundos cañones. Sus bosques de sabinas, sus fértiles vegas, sus viñedos y su inconmensurable patrimonio histórico la hacen única. No en vano es la tierra de Fernán González, el conde que facilitó el nacimiento del reino de Castilla.