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Almendros en flor

Almendros en flor

Justo en la transición entre el invierno y la primavera meteorológicos, a finales de febrero y principios de marzo, el entorno de Poza de la Sal se viste con el blanquecino manto de sus almendros en flor.
Es una de las floraciones más bellas y conocidas, también la más temprana, de la provincia de Burgos y en los últimos años se ha convertido en un referente turístico, cultural y comunitario de la comarca de La Bureba.
Desde siempre el almendro (Prunus dulcis) ha sido una especie muy cultivada y valorada en Poza de la Sal. Sus habitantes, antaño tan pegados a la tierra, se dieron cuenta de que estos rústicos árboles se desarrollaban mucho mejor en una reducida área de apenas unos kilómetros cuadrados situada al sureste de la población, entre el caserío y el curso del
río Homino. Estas favorables condiciones, que no se daban en casi ningún otro lugar de los alrededores, se debían a un particular microclima originado por la orientación hacia el sol y el parapeto del Castellar frente a los fríos vientos del norte.

Localización y cómo llegar
Poza de la Sal y su entorno más inmediato se localizan al noroeste de la comarca de La Bureba que, a su vez, ocupa un definido espacio geográfico al norte de la ciudad de Burgos. A la famosa villa salinera se llega por poco transitadas carreteras locales que enlazan con la capital de la provincia y con Briviesca. Todo el territorio es ameno, tranquilo e ideal para viajar con calma y disfrutar de unos pueblos y paisajes que transmiten como pocos la esencia del mundo rural de la alta Castilla.

Un microclima muy especial
Desde siempre el almendro (Prunus dulcis) ha sido una especie muy cultivada y valorada en Poza de la Sal. Sus habitantes, antaño tan pegados a la tierra, se dieron cuenta de que estos rústicos árboles se desarrollaban mucho mejor en una reducida área de apenas unos kilómetros cuadrados situada al sureste de la población, entre el caserío y el curso del río Homino.

Estas favorables condiciones, que no se daban en casi ningún otro lugar de los alrededores, se debían a un particular microclima originado por la orientación hacia el sol y el parapeto del Castellar frente a los fríos vientos del norte

Miles y miles de árboles
En los mejores tiempos Poza de la Sal pudo contar con casi siete mil almendros que algunos años llegaban a producir unos 200.000 kilos de almendras. La cosecha, de gran calidad, se la disputaban los mayoristas que puntualmente y cada otoño llegaban desde Cataluña y La Rioja. Tampoco debía ser despreciable la venta de estos frutos secos, en este caso de la variedad largueta, a los fabricantes de las almendras garrapiñadas de la cercana Briviesca.

Los apreciados dulces se empezaron a elaborar a mediados del siglo XIX y se hicieron famosos en toda España gracias a los trenes que paraban en la estación de la ciudad.

Un proyecto de desarrollo medioambiental y turístico
La floración de los almendros está condicionada por las circunstancias meteorológicas de cada año. Sin embargo, debido a esas imprevisibles coincidencias del destino, casi siempre coincide con el 14 de marzo, aniversario del nacimiento en Poza de la Sal del recordado naturalista y divulgador Félix Rodríguez de la Fuente.

Por todo ello, el ayuntamiento y la oficina de turismo de la villa organizan una serie de actividades para que los visitantes disfruten al máximo de este singular espectáculo de la naturaleza.

Ruta “Floración de los Almendros”
Los cerca de tres mil almendros, algunos de ellos casi centenarios, que han llegado hasta nuestros días están plantados en los lindes de las pequeñas fincas aterrazadas y en los caminos y senderos que vertebran este pintoresco territorio. Precisamente por ellos discurre la señalizada ruta oficial de la “Floración de los Almendros”.

El recorrido está diseñado para todos los públicos. Tiene unos cuatro kilómetros y medio, apenas desnivel, y permite disfrutar de los almendros más destacados y de las mejores vistas panorámicas del paisaje.

La oficina de turismo de Poza de la Sal también ofrece visitas guiadas que se anuncian con la antelación suficiente.

AQUÍ PUEDES SEGUIR LA RUTA “FLORACIÓN DE LOS ALMENDROS”



Distancia: 63 Km
Localidades por las que discurre:
Aranda de Duero, La Vid, Peñaranda de Duero, Roa, Vadocondes

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Justo en la transición entre el invierno y la primavera meteorológicos, a finales de febrero y principios de marzo, el entorno de Poza de la Sal se viste con el blanquecino manto de sus almendros en flor.
Es una de las floraciones más bellas y conocidas, también la más temprana, de la provincia de Burgos y en los últimos años se ha convertido en un referente turístico, cultural y comunitario de la comarca de La Bureba.
Desde siempre el almendro (Prunus dulcis) ha sido una especie muy cultivada y valorada en Poza de la Sal. Sus habitantes, antaño tan pegados a la tierra, se dieron cuenta de que estos rústicos árboles se desarrollaban mucho mejor en una reducida área de apenas unos kilómetros cuadrados situada al sureste de la población, entre el caserío y el curso del
río Homino. Estas favorables condiciones, que no se daban en casi ningún otro lugar de los alrededores, se debían a un particular microclima originado por la orientación hacia el sol y el parapeto del Castellar frente a los fríos vientos del norte.

Localización y cómo llegar
Poza de la Sal y su entorno más inmediato se localizan al noroeste de la comarca de La Bureba que, a su vez, ocupa un definido espacio geográfico al norte de la ciudad de Burgos. A la famosa villa salinera se llega por poco transitadas carreteras locales que enlazan con la capital de la provincia y con Briviesca. Todo el territorio es ameno, tranquilo e ideal para viajar con calma y disfrutar de unos pueblos y paisajes que transmiten como pocos la esencia del mundo rural de la alta Castilla.

Un microclima muy especial
Desde siempre el almendro (Prunus dulcis) ha sido una especie muy cultivada y valorada en Poza de la Sal. Sus habitantes, antaño tan pegados a la tierra, se dieron cuenta de que estos rústicos árboles se desarrollaban mucho mejor en una reducida área de apenas unos kilómetros cuadrados situada al sureste de la población, entre el caserío y el curso del río Homino.

Estas favorables condiciones, que no se daban en casi ningún otro lugar de los alrededores, se debían a un particular microclima originado por la orientación hacia el sol y el parapeto del Castellar frente a los fríos vientos del norte

Miles y miles de árboles
En los mejores tiempos Poza de la Sal pudo contar con casi siete mil almendros que algunos años llegaban a producir unos 200.000 kilos de almendras. La cosecha, de gran calidad, se la disputaban los mayoristas que puntualmente y cada otoño llegaban desde Cataluña y La Rioja. Tampoco debía ser despreciable la venta de estos frutos secos, en este caso de la variedad largueta, a los fabricantes de las almendras garrapiñadas de la cercana Briviesca.

Los apreciados dulces se empezaron a elaborar a mediados del siglo XIX y se hicieron famosos en toda España gracias a los trenes que paraban en la estación de la ciudad.

Un proyecto de desarrollo medioambiental y turístico
La floración de los almendros está condicionada por las circunstancias meteorológicas de cada año. Sin embargo, debido a esas imprevisibles coincidencias del destino, casi siempre coincide con el 14 de marzo, aniversario del nacimiento en Poza de la Sal del recordado naturalista y divulgador Félix Rodríguez de la Fuente.

Por todo ello, el ayuntamiento y la oficina de turismo de la villa organizan una serie de actividades para que los visitantes disfruten al máximo de este singular espectáculo de la naturaleza.

Ruta “Floración de los Almendros”
Los cerca de tres mil almendros, algunos de ellos casi centenarios, que han llegado hasta nuestros días están plantados en los lindes de las pequeñas fincas aterrazadas y en los caminos y senderos que vertebran este pintoresco territorio. Precisamente por ellos discurre la señalizada ruta oficial de la “Floración de los Almendros”.

El recorrido está diseñado para todos los públicos. Tiene unos cuatro kilómetros y medio, apenas desnivel, y permite disfrutar de los almendros más destacados y de las mejores vistas panorámicas del paisaje.

La oficina de turismo de Poza de la Sal también ofrece visitas guiadas que se anuncian con la antelación suficiente.

AQUÍ PUEDES SEGUIR LA RUTA “FLORACIÓN DE LOS ALMENDROS”



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Distancia: 63 Km
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Aranda de Duero, La Vid, Peñaranda de Duero, Roa, Vadocondes
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