Ruta de Frías y del Valle de Tobalina
Ruta de Frías y del Valle de Tobalina
La pequeña Ciudad de Frías es una de las localidades más conocidas de la provincia burgalesa y a menudo aparece incluida entre los pueblos más bonitos de España. Su aspecto medieval y la airosa silueta de su castillo son inconfundibles. Es el punto de partida para visitar el Valle de Tobalina, lleno de pueblos que conservan una bella arquitectura tradicional, numerosos monumentos y un paisaje excepcional marcado por los Montes Obarenes y la sierra de Árcena y los ríos Ebro y Jerea.
La ciudad de Frías, elemento irrepetible dentro del paisaje de Las Merindades, sorprende al viajero por su núcleo urbano medieval colgado sobre un acantilado y la original silueta de su castillo roquero. Desde Frías, siguiendo la carretera que conduce al portillo del Busto, llegamos al cercano pueblo de Tobera situado en un bellísimo entorno natural, a la entrada del desfiladero del río Molinar que atraviesa el pueblo formando hermosas cascadas. Las ermitas de Nuestra Señora de la Hoz y la del Cristo de los Remedios junto al puente de un ojo, forman una preciosa imagen. Desde las ermitas parte un sendero de unos 100m por el que se accede a un mirador con bellas vistas del entorno.
De nuevo en Frías, descenderemos hasta el río Ebro para contemplar el bello puente fortificado sobre el río Ebro. Al pasar el cámping, a nuestra izquierda una estrecha carretera nos llevará por Quintanaseca hasta Quintana María donde cerca de su iglesia podremos contemplar una necrópolis altomedieval con tumbas excavadas en la roca. En la cercana localidad de Lomana se encuentra la interesante torre de los Bonifaz.
Nos dirigiremos a Trespaderne (descrito en la ruta de Medina de Pomar, Merindad de Cuesta Urria y Trespaderne), pudiendo visitar la localidad de Cillaperlata con interesante paisaje. Tomaremos la carretera BU-550 en dirección Bilbao, que remonta el curso del río Jerea y visitaremos en Cadiñanos las ruinas de su antiguo palacio para llegar a Pedrosa de Tobalina.
Pedrosa de Tobalina conserva en su iglesia una sorprendente ventana románica, pero el lugar más singular es su famosa cascada en el río Jerea, un bello salto de agua que es también zona de baños.
Desde Pedrosa Tobalina, pasando por las localidades de La Orden, Extramiana (desde su iglesia se domina una extensa vista del Valle de Tobalina cerrado por el Sur por las estribaciones de los Obarenes) y Ranedo, llegaremos a Herrán.
Más info
Herrán es uno de los núcleos mejor conservados y más interesantes del Valle de Tobalina. Éste fue el lugar donde en el año 870 el abad Pablo fundó el monasterio de San Martín. En el pueblo se levantan varias casonas y palacios blasonados así como una antigua torre medieval construida en toba y que conserva en su interior unas pinturas murales góticas, hoy convertida en alojamiento de turismo rural. Herrán es también la puerta del desfiladero del río Purón. Esta importante vía natural fue utilizada por los romanos –todavía se conserva un puente de la época- y por los repobladores altomedievales y hoy constituye uno de los recorridos senderistas más bellos de Burgos.
Desde Herrán tomaremos la carretera que se dirige a Barcina del Barco, pasando por Gabanes donde podremos observar una bella casa-torre. Tres kilómetros separan Barcina del Barco de San Martín del Don, situado a la ribera del Embalse de Sobrón y a las puertas de las Hoces del mismo nombre. En esta localidad se encuentra el Convento de Clarisas de San Martín de Don.
Retomamos la carretera para dirigirnos a Quintana Martín Galíndez, capital y centro de servicios del Valle de Tobalina, donde destaca la antigua torre de los Salazar, y tomaremos la carretera que se dirige a Montejo de San Miguel, Montejo de Cebas y Frías.
Montejo de San Miguel es un pueblo excelentemente conservado, con notables ejemplares de arquitectura tradicional y culta, por un loable trabajo en común de sus vecinos. Fruto de este trabajo es el interesante Museo etnográfico.
Montejo de Cebas, situado en la ribera del Ebro, cuenta con un antiguo balneario recientemente restaurado. La llegada a Frías desde Montejo ofrece las vistas más espectaculares de la Ciudad: el castillo, la iglesia, la muela y el caserío Frías.
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Ruta de Frías y del Valle de Tobalina
La pequeña Ciudad de Frías es una de las localidades más conocidas de la provincia burgalesa y a menudo aparece incluida entre los pueblos más bonitos de España. Su aspecto medieval y la airosa silueta de su castillo son inconfundibles. Es el punto de partida para visitar el Valle de Tobalina, lleno de pueblos que conservan una bella arquitectura tradicional, numerosos monumentos y un paisaje excepcional marcado por los Montes Obarenes y la sierra de Árcena y los ríos Ebro y Jerea.
La ciudad de Frías, elemento irrepetible dentro del paisaje de Las Merindades, sorprende al viajero por su núcleo urbano medieval colgado sobre un acantilado y la original silueta de su castillo roquero. Desde Frías, siguiendo la carretera que conduce al portillo del Busto, llegamos al cercano pueblo de Tobera situado en un bellísimo entorno natural, a la entrada del desfiladero del río Molinar que atraviesa el pueblo formando hermosas cascadas. Las ermitas de Nuestra Señora de la Hoz y la del Cristo de los Remedios junto al puente de un ojo, forman una preciosa imagen. Desde las ermitas parte un sendero de unos 100m por el que se accede a un mirador con bellas vistas del entorno.
De nuevo en Frías, descenderemos hasta el río Ebro para contemplar el bello puente fortificado sobre el río Ebro. Al pasar el cámping, a nuestra izquierda una estrecha carretera nos llevará por Quintanaseca hasta Quintana María donde cerca de su iglesia podremos contemplar una necrópolis altomedieval con tumbas excavadas en la roca. En la cercana localidad de Lomana se encuentra la interesante torre de los Bonifaz.
Nos dirigiremos a Trespaderne (descrito en la ruta de Medina de Pomar, Merindad de Cuesta Urria y Trespaderne), pudiendo visitar la localidad de Cillaperlata con interesante paisaje. Tomaremos la carretera BU-550 en dirección Bilbao, que remonta el curso del río Jerea y visitaremos en Cadiñanos las ruinas de su antiguo palacio para llegar a Pedrosa de Tobalina.
Pedrosa de Tobalina conserva en su iglesia una sorprendente ventana románica, pero el lugar más singular es su famosa cascada en el río Jerea, un bello salto de agua que es también zona de baños.
Desde Pedrosa Tobalina, pasando por las localidades de La Orden, Extramiana (desde su iglesia se domina una extensa vista del Valle de Tobalina cerrado por el Sur por las estribaciones de los Obarenes) y Ranedo, llegaremos a Herrán.
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Herrán es uno de los núcleos mejor conservados y más interesantes del Valle de Tobalina. Éste fue el lugar donde en el año 870 el abad Pablo fundó el monasterio de San Martín. En el pueblo se levantan varias casonas y palacios blasonados así como una antigua torre medieval construida en toba y que conserva en su interior unas pinturas murales góticas, hoy convertida en alojamiento de turismo rural. Herrán es también la puerta del desfiladero del río Purón. Esta importante vía natural fue utilizada por los romanos –todavía se conserva un puente de la época- y por los repobladores altomedievales y hoy constituye uno de los recorridos senderistas más bellos de Burgos.
Desde Herrán tomaremos la carretera que se dirige a Barcina del Barco, pasando por Gabanes donde podremos observar una bella casa-torre. Tres kilómetros separan Barcina del Barco de San Martín del Don, situado a la ribera del Embalse de Sobrón y a las puertas de las Hoces del mismo nombre. En esta localidad se encuentra el Convento de Clarisas de San Martín de Don.
Retomamos la carretera para dirigirnos a Quintana Martín Galíndez, capital y centro de servicios del Valle de Tobalina, donde destaca la antigua torre de los Salazar, y tomaremos la carretera que se dirige a Montejo de San Miguel, Montejo de Cebas y Frías.
Montejo de San Miguel es un pueblo excelentemente conservado, con notables ejemplares de arquitectura tradicional y culta, por un loable trabajo en común de sus vecinos. Fruto de este trabajo es el interesante Museo etnográfico.
Montejo de Cebas, situado en la ribera del Ebro, cuenta con un antiguo balneario recientemente restaurado. La llegada a Frías desde Montejo ofrece las vistas más espectaculares de la Ciudad: el castillo, la iglesia, la muela y el caserío Frías.