El monasterio de santo Domingo de Silos está considerado como una de las joyas del románico a nivel mundial. La calidad de los oficios religiosos cantados por los monjes en gregoriano contribuyeron a aumentar la fama de este cenobio castellano.

La mole rectangular del monasterio y sus claustros marcan el espacio urbano de la pequeña villa medieval de Santo Domingo de Silos, que nació y creció como parte del monasterio y al servicio del mismo.

El cenobio es mundialmente famoso por su claustro, considerado una de las joyas del románico mundial y por la gran calidad de los oficios religiosos en gregoriano cantados por los monjes.

Arquitectónicamente, el claustro de Silos tiene dos niveles superpuestos. El piso bajo del claustro es el más importante y fue construido en dos épocas: mientras que las galerías Oriente y Norte son de la segunda mitad del siglo XI; en cambio, las galerías Poniente y Sur son del siglo XII. Su planta forma un rectángulo, con 16 arcos en las galerías Norte y Sur y 14 en las galerías de Oriente y Poniente. El claustro superior se construyó a finales del siglo XII.

En el claustro bajo podemos observar capiteles de temas orientales y califales españoles de gran belleza y perfección artística sobre dobles columnas. En los ángulos, ocho magníficos relieves desarrollan escenas de la vida de Jesucristo y en el techo un artesonado mudéjar del siglo XIV muestra escenas de la vida medieval.

La actual iglesia es neoclásica del siglo XVIII. El museo alberga piezas de interés. La antigua botica conserva una buena colección de tarros de Talavera.