Esta impresionante cascada de 30 metros, formada por las aguas del arroyo de San Miguel, permanece escondida en el Valle de Sotoscueva y es la culminación de un conjunto de saltos de agua que se precipitan por las laderas de Los Montes de Somo. La cascada se encuentra a unos 4 kilómetros, llegar hasta ella implica cierto esfuerzo. Está rodeada de hayedos centenarios, mezclados con robles, abedules, serbales, mostajos y acebos.

¿CÓMO LLEGAR?

Tenemos que llegar a la pista que nace justo antes del pueblo de Quisicedo, según venimos por carretera desde Espinosa de los Monteros. Durante el trayecto de ascenso, avanzamos tomando como referencia el valle del arroyo de San Miguel, aunque bastante alejados del cauce, pero buscando el sendero que se acerque más hacia el mismo. Llegamos a un vallado y entramos en una zona boscosa, donde seguiremos hasta identificar la cascada gracias al sonido del agua.