Ruta turística
Ruta turística
DATOS PRÁCTICOS RUTA EN COCHE
Inicio del recorrido: Poza de la Sal
Final del recorrido: Santuario de Santa Casilda.
Kilómetros y duración: 45 kilómetros y unas cinco horas con paradas para visitas y reponer fuerza
RECORRIDO:
POZA DE LA SAL
Y vamos a comenzar por el principio. Poza de la Sal ya muestra desde la distancia su personalísimo perfil de villa medieval recostada bajo la protección de un escarpado y desafiante peñasco calizo. El origen de la población hay que buscarlo en la explotación de la sal de sus antiguas salinas. Celtibérica, romana —las excavaciones arqueológicas han confirmado su identificación con la ciudad de Flaviaugusta— y medieval, fue lugar de repoblación en el siglo IX.
Su escalonado caserío se refugia a la sombra de una espectacular fortaleza que se erigió para el control de sus importantes salinas. El castillo actual es del siglo XIV y su planta estrecha y alargada está perfectamente adaptada a la cresta rocosa sobre la que se asienta. Es una de las fortalezas más espectaculares de las que todavía se alzan en la amplia geografía burgalesa. El castillo está siempre abierto y se puede visitar por libre
En Poza de la Sal, que pertenece al selecto club de los “Pueblos Más Bonitos de España”, además de las estrechas y empedradas calles y de las casas con entramados, destaca la iglesia gótica, con su monumental portada de estilo barroco, de San Cosme y San Damián. También hay que visitar el Ayuntamiento, las puertas de la muralla, el edificio de la Casa de Administración de las Reales Salinas —en el que se aloja el Centro de Interpretación de las Salinas—, las fuentes y abrevaderos del barrio de San Blas y el importante conjunto de las salinas. Poza de la Sal, auténtico balcón de La Bureba, celebra todos los inviernos la ancestral danza del Escarrete.
HERMOSILLA
Para acercarse al siguiente destino hay que tomar la carretera CL-633 que, tras cruzar el río Homino y a la altura de Cornudilla, da paso a la BU-V-5001 que enseguida alcanza Hermosilla. En lo alto del cerro que preside el pueblo y el inmediato discurrir del río Oca se alza la iglesia parroquial de Santa Cecilia que conserva uno de los ábsides románicos más bellos e interesantes de la provincia de Burgos.
PIÉRNIGAS
Con los inconfundibles relieves de los Montes Obarenes a la espalda, una serie de carreteras locales que atraviesan un suave paisaje en el que se alternan los fértiles campos de labor con llamativos bosquetes de encina y quejigo, se llega a la siguiente etapa del recorrido: la localidad de Piérnigas. A poco más de un kilómetro del pueblo se descubre la ermita de San Martín. Además de por su aislamiento, este original templo románico, fechado entre finales del siglo XII y principios de la siguiente centuria, llama la atención por la pureza y sobriedad de su arquitectura y por la total ausencia de cualquier elemento escultórico o decorativo.
ROJAS
Un poco más adelante aparece Rojas. En sus afueras y destacando sobre los llanos horizontes de La Bureba se alza, en un cerro de formas cónicas, el castillo de los Rojas. Sus ruinas hablan de una imponente fortaleza con varias torres, capilla y muralla protectora. Los restos mejor conservados han sido fechados en el siglo XIV. Se llega caminando por un señalizado sendero desde el pueblo.
SANTUARIO DE SANTA CASILDA
Desde Rojas se puede llegar caminando hasta el Santuario de Santa Casilda (ver ruta de senderismo), pero en nuestro viaje en coche tendremos que retroceder de nuevo hasta Piérnigas. Desde allí y siempre con dirección a Briviesca encontraremos, en la carretera CL-632, el señalizado cruce hacia Revillalcón, Salinillas de Bureba y Santa Casilda. Poco a poco la carretera inicia el ascenso al risco calcáreo —desde el que se divisa buena parte de la comarca— sobre el que se asienta el venerado y mágico santuario burebano.
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DATOS PRÁCTICOS RUTA EN COCHE
Inicio del recorrido: Poza de la Sal
Final del recorrido: Santuario de Santa Casilda.
Kilómetros y duración: 45 kilómetros y unas cinco horas con paradas para visitas y reponer fuerza
RECORRIDO:
POZA DE LA SAL
Y vamos a comenzar por el principio. Poza de la Sal ya muestra desde la distancia su personalísimo perfil de villa medieval recostada bajo la protección de un escarpado y desafiante peñasco calizo. El origen de la población hay que buscarlo en la explotación de la sal de sus antiguas salinas. Celtibérica, romana —las excavaciones arqueológicas han confirmado su identificación con la ciudad de Flaviaugusta— y medieval, fue lugar de repoblación en el siglo IX.
Su escalonado caserío se refugia a la sombra de una espectacular fortaleza que se erigió para el control de sus importantes salinas. El castillo actual es del siglo XIV y su planta estrecha y alargada está perfectamente adaptada a la cresta rocosa sobre la que se asienta. Es una de las fortalezas más espectaculares de las que todavía se alzan en la amplia geografía burgalesa. El castillo está siempre abierto y se puede visitar por libre
En Poza de la Sal, que pertenece al selecto club de los “Pueblos Más Bonitos de España”, además de las estrechas y empedradas calles y de las casas con entramados, destaca la iglesia gótica, con su monumental portada de estilo barroco, de San Cosme y San Damián. También hay que visitar el Ayuntamiento, las puertas de la muralla, el edificio de la Casa de Administración de las Reales Salinas —en el que se aloja el Centro de Interpretación de las Salinas—, las fuentes y abrevaderos del barrio de San Blas y el importante conjunto de las salinas. Poza de la Sal, auténtico balcón de La Bureba, celebra todos los inviernos la ancestral danza del Escarrete.
HERMOSILLA
Para acercarse al siguiente destino hay que tomar la carretera CL-633 que, tras cruzar el río Homino y a la altura de Cornudilla, da paso a la BU-V-5001 que enseguida alcanza Hermosilla. En lo alto del cerro que preside el pueblo y el inmediato discurrir del río Oca se alza la iglesia parroquial de Santa Cecilia que conserva uno de los ábsides románicos más bellos e interesantes de la provincia de Burgos.
PIÉRNIGAS
Con los inconfundibles relieves de los Montes Obarenes a la espalda, una serie de carreteras locales que atraviesan un suave paisaje en el que se alternan los fértiles campos de labor con llamativos bosquetes de encina y quejigo, se llega a la siguiente etapa del recorrido: la localidad de Piérnigas. A poco más de un kilómetro del pueblo se descubre la ermita de San Martín. Además de por su aislamiento, este original templo románico, fechado entre finales del siglo XII y principios de la siguiente centuria, llama la atención por la pureza y sobriedad de su arquitectura y por la total ausencia de cualquier elemento escultórico o decorativo.
ROJAS
Un poco más adelante aparece Rojas. En sus afueras y destacando sobre los llanos horizontes de La Bureba se alza, en un cerro de formas cónicas, el castillo de los Rojas. Sus ruinas hablan de una imponente fortaleza con varias torres, capilla y muralla protectora. Los restos mejor conservados han sido fechados en el siglo XIV. Se llega caminando por un señalizado sendero desde el pueblo.
SANTUARIO DE SANTA CASILDA
Desde Rojas se puede llegar caminando hasta el Santuario de Santa Casilda (ver ruta de senderismo), pero en nuestro viaje en coche tendremos que retroceder de nuevo hasta Piérnigas. Desde allí y siempre con dirección a Briviesca encontraremos, en la carretera CL-632, el señalizado cruce hacia Revillalcón, Salinillas de Bureba y Santa Casilda. Poco a poco la carretera inicia el ascenso al risco calcáreo —desde el que se divisa buena parte de la comarca— sobre el que se asienta el venerado y mágico santuario burebano.