Ruta de Vallediego, Amaya y el Valle de Santibañez
Ruta de Vallediego, Amaya y el Valle de Santibañez
Esta Ruta nos adentra en las tierras altas del oeste provincial, en contacto con las parameras de la Lora. El paisaje varía entre los vastos campos de cereal, las altas parameras de las Loras y la sorpresa de amenos valles como el del río Úrbel.
El centro de esta subcomarca es Villadiego, municipal comercial y de servicios, que conserva su estructura medieval y donde destaca su típica Plaza Mayor asoportalada. En esta ruta contemplaremos el castro de Amaya, torres y castillos, antiguos palacios y excelentes muestras de arquitectura religiosa románicas, góticas y renacentistas.
Villadiego, poblada a finales del siglo X, fue una importante villa comercial y en ella se estableció una numerosa aljama judía. Conserva su singular trazado con restos de la antigua muralla y la plaza mayor con soportales. Los principales lugares a visitar son la Iglesia de San Lorenzo, la Iglesia de Santa María, el Convento de San Miguel, la Ermita del Santo Cristo y el Museo de Pintura y Etnografía.
Tomaremos la carretera que se dirige a Sotresgudo donde destaca la iglesia de San Miguel y, posteriormente la que se dirige al pueblo de Amaya desde donde nace una pista asfaltada que permite llegar a lo alto de la Peña Amaya.
Más info
En el corazón de Las Loras y presidiendo los demás relieves de la comarca se yergue la altiva y legendaria Peña Amaya. Aunque parezca increíble, sus solitarios y casi olvidados peñascos constituyen uno de los enclaves más señalados dentro de la arqueología y la historia de todo el norte de España: poblado de la Edad del Bronce, importante ciudad de la Cantabria prerromana, capital de uno de los ducados visigodos y baluarte en los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos. En la actualidad son visibles restos de murallas defensivas. Presidiendo todo el conjunto se alza la gran mole caliza conocida como El Castillo: verdadera acrópolis natural en la que resistieron los habitantes de Amaya los numerosos sitios que padeció su disputada ciudad.
Volvemos a Sotresgudo para tomar la carretera que se dirige a Sasamón. En Villahizán de Treviño tomaremos la carretera que llega hasta Villegas donde podremos contemplar su monumental iglesia gótica dedicada a Santa Eugenia. De aquí iremos a Olmos de la Picaza cuyo caserío está presidido por una bella torre del siglo XV. Por Tobar y Susinos del Páramo llegamos a la antigua carretera Burgos-Aguilar. En dirección a Burgos, a un kilómetro escaso, se encuentra el desvío a Zumel, que conserva un destacado castillo que perteneció a la familia Bernuy.
Atravesado por la antigua carretera de Burgos a Aguilar de Campoo, el Valle de Santibáñez guarda numerosos tesoros artísticos en un agradable paisaje de sotos regado por el río Úrbel.
Miñón de Santibáñez presenta la magnífica portada románica de su iglesia; Santibáñez Zarzaguda posee una interesante iglesia gótico-renacentista, y Huérmeces tiene un bello conjunto de palacios y casonas de época renacentista y barroca.
Pasado Huérmeces tomaremos a nuestra izquierda la carretera que, pasando por Ruyales del Páramo y Hormazuela llega hasta Brullés. En Bustillo del Páramo se encuentra el desvío que conduce a Espinosilla de San Bartolomé, donde se encuentra la torre de la familia Lantadilla del siglo XVI.
Desde Brullés nos dirigiremos a Villadiego, fin de nuestra ruta, visitando en Villaute su torreón de grandes dimensiones del siglo XV.
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Ruta de Vallediego, Amaya y el Valle de Santibañez
Esta Ruta nos adentra en las tierras altas del oeste provincial, en contacto con las parameras de la Lora. El paisaje varía entre los vastos campos de cereal, las altas parameras de las Loras y la sorpresa de amenos valles como el del río Úrbel.
El centro de esta subcomarca es Villadiego, municipal comercial y de servicios, que conserva su estructura medieval y donde destaca su típica Plaza Mayor asoportalada. En esta ruta contemplaremos el castro de Amaya, torres y castillos, antiguos palacios y excelentes muestras de arquitectura religiosa románicas, góticas y renacentistas.
Villadiego, poblada a finales del siglo X, fue una importante villa comercial y en ella se estableció una numerosa aljama judía. Conserva su singular trazado con restos de la antigua muralla y la plaza mayor con soportales. Los principales lugares a visitar son la Iglesia de San Lorenzo, la Iglesia de Santa María, el Convento de San Miguel, la Ermita del Santo Cristo y el Museo de Pintura y Etnografía.
Tomaremos la carretera que se dirige a Sotresgudo donde destaca la iglesia de San Miguel y, posteriormente la que se dirige al pueblo de Amaya desde donde nace una pista asfaltada que permite llegar a lo alto de la Peña Amaya.
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En el corazón de Las Loras y presidiendo los demás relieves de la comarca se yergue la altiva y legendaria Peña Amaya. Aunque parezca increíble, sus solitarios y casi olvidados peñascos constituyen uno de los enclaves más señalados dentro de la arqueología y la historia de todo el norte de España: poblado de la Edad del Bronce, importante ciudad de la Cantabria prerromana, capital de uno de los ducados visigodos y baluarte en los enfrentamientos entre musulmanes y cristianos. En la actualidad son visibles restos de murallas defensivas. Presidiendo todo el conjunto se alza la gran mole caliza conocida como El Castillo: verdadera acrópolis natural en la que resistieron los habitantes de Amaya los numerosos sitios que padeció su disputada ciudad.
Volvemos a Sotresgudo para tomar la carretera que se dirige a Sasamón. En Villahizán de Treviño tomaremos la carretera que llega hasta Villegas donde podremos contemplar su monumental iglesia gótica dedicada a Santa Eugenia. De aquí iremos a Olmos de la Picaza cuyo caserío está presidido por una bella torre del siglo XV. Por Tobar y Susinos del Páramo llegamos a la antigua carretera Burgos-Aguilar. En dirección a Burgos, a un kilómetro escaso, se encuentra el desvío a Zumel, que conserva un destacado castillo que perteneció a la familia Bernuy.
Atravesado por la antigua carretera de Burgos a Aguilar de Campoo, el Valle de Santibáñez guarda numerosos tesoros artísticos en un agradable paisaje de sotos regado por el río Úrbel.
Miñón de Santibáñez presenta la magnífica portada románica de su iglesia; Santibáñez Zarzaguda posee una interesante iglesia gótico-renacentista, y Huérmeces tiene un bello conjunto de palacios y casonas de época renacentista y barroca.
Pasado Huérmeces tomaremos a nuestra izquierda la carretera que, pasando por Ruyales del Páramo y Hormazuela llega hasta Brullés. En Bustillo del Páramo se encuentra el desvío que conduce a Espinosilla de San Bartolomé, donde se encuentra la torre de la familia Lantadilla del siglo XVI.
Desde Brullés nos dirigiremos a Villadiego, fin de nuestra ruta, visitando en Villaute su torreón de grandes dimensiones del siglo XV.