Museo Sonidos del Mundo
Museo Sonidos del Mundo
Cercano al Monasterio de Santo Domingo de Silos se encuentra este peculiar museo privado que acerca a los visitantes una colección de instrumentos musicales de distintas épocas y lugares. En total más de 80 instrumentos de 30 países diferentes.
Este curioso museo se encuentra en un edificio señorial conocido como “Casa de la Cárcel” o “Casa de las Condesas” del siglo XVII, que fue restaurado y acondicionado para mostrar la colección de instrumentos.
El museo fue inaugurado en el año 2000 con instrumentos de distintos puntos del mundo pertenecientes a diversos coleccionistas de la talla del etnógrafo Joaquín Díaz, el intérprete y compositor Luis Delgado, José Luis Loidi, Carlos Blanco Fadol y Cuco Pérez, así como otros de la propia abadía y de donaciones de particulares.
La exposición se distribuye en dos plantas y se articula siguiendo la clasificación de los instrumentos en cuatro grandes familias, tomando como base la manera de producirse el sonido y los materiales que se han empleado en su construcción.
El museo enlaza perfectamente con la tradición musical de Santo Domingo de Silos, a través del canto gregoriano, con el que los monjes oran cada día en las diversas “Horas”.
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Museo Sonidos del Mundo
Cercano al Monasterio de Santo Domingo de Silos se encuentra este peculiar museo privado que acerca a los visitantes una colección de instrumentos musicales de distintas épocas y lugares. En total más de 80 instrumentos de 30 países diferentes.
Este curioso museo se encuentra en un edificio señorial conocido como “Casa de la Cárcel” o “Casa de las Condesas” del siglo XVII, que fue restaurado y acondicionado para mostrar la colección de instrumentos.
El museo fue inaugurado en el año 2000 con instrumentos de distintos puntos del mundo pertenecientes a diversos coleccionistas de la talla del etnógrafo Joaquín Díaz, el intérprete y compositor Luis Delgado, José Luis Loidi, Carlos Blanco Fadol y Cuco Pérez, así como otros de la propia abadía y de donaciones de particulares.
La exposición se distribuye en dos plantas y se articula siguiendo la clasificación de los instrumentos en cuatro grandes familias, tomando como base la manera de producirse el sonido y los materiales que se han empleado en su construcción.
El museo enlaza perfectamente con la tradición musical de Santo Domingo de Silos, a través del canto gregoriano, con el que los monjes oran cada día en las diversas “Horas”.