Ruta de Covarrubias, el Arlanza y las Mamblas
Ruta de Covarrubias, el Arlanza y las Mamblas
La medieval villa de Covarrubias tiene un especial encanto que obliga a recorrerla con calma. Además de los tesoros artísticos de su Colegiata; el casco antiguo medieval lleno de rincones con encanto y el entorno natural privilegiado hacen de Covarrubias una de las villas más señeras de Castilla.
Esta ruta permite conocer importantes hitos del arte y la historia burgaleses como la iglesia visigótica de Quintanilla de las Viñas, el monasterio de San Pedro de Arlanza o el conjunto de arquitectura popular de Retuerta. El paisaje de los bosques de sabinas, el cañón del río Arlanza y el perfil de la sierra de las Mamblas completan los atractivos de esta tierra de leyenda.
Comenzamos la ruta en la villa de Covarrubias. Para gozar de Covarrubias, de su encanto, hay que pasearla. Despacio, con paso quedo, andar y desandar sus callejas deteniéndose en recodos y esquinas para mirar atrás, buscando ese rincón que aún guarda el poso de la leyenda o el romance.
Conserva la población su estructura medieval. Amurallada en otro tiempo, se aprecia en su trazado la ronda de muralla dentro de la cual se levantó la villa, sobre la base de manzanas de casas rectangulares y calles estrechas en paralelo que conducen a las distintas plazas, concadenadas, que se abren ante los edificios más significativos: la Colegiata, la iglesia de Santo Tomé, el Torreón de Fernán González o el Archivo del Adelantamiento de Castilla, hoy puerta de honor de entrada a Covarrubias.
En nuestro recorrido por Covarrubias contemplaremos numerosas casas de tipo tradicional, de atractivas fachadas, donde se aprecia la belleza del entramado castellano.
Magníficos ejemplos de vivienda popular se pueden contemplar en las plazas de doña Urraca, de doña Sancha y del Obispo Peña, así como en muchas de sus calles que conservan ese bello encanto de los tiempos pasados.
Desde Covarrubias tomaremos la carretera que se dirige a Cuevas de San Clemente (en la nacional 234), pasando por Mecerreyes, y contemplando a nuestra derecha el reverso oeste de la Sierra de las Mamblas. En Cuevas de San Clemente tomaremos el desvío que se dirige a Cubillo del César y de allí hacia Quintanilla de las Viñas. Poco antes de llegar a Cubillejo de Lara se descubre la señalizada pista de tierra que, por la derecha y tras tres kilómetros alcanza el Dolmen de Cubillejo. Este sepulcro megalítico de más de cinco mil años de antigüedad está considerado como el prototipo de sepulcro megalítico de corredor y conserva, en uno de los grandes bloques de piedra que foramn su estructura, una serie de interesantes grabados rupestres.
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Ruta de Covarrubias, el Arlanza y las Mamblas
La medieval villa de Covarrubias tiene un especial encanto que obliga a recorrerla con calma. Además de los tesoros artísticos de su Colegiata; el casco antiguo medieval lleno de rincones con encanto y el entorno natural privilegiado hacen de Covarrubias una de las villas más señeras de Castilla.
Esta ruta permite conocer importantes hitos del arte y la historia burgaleses como la iglesia visigótica de Quintanilla de las Viñas, el monasterio de San Pedro de Arlanza o el conjunto de arquitectura popular de Retuerta. El paisaje de los bosques de sabinas, el cañón del río Arlanza y el perfil de la sierra de las Mamblas completan los atractivos de esta tierra de leyenda.
Comenzamos la ruta en la villa de Covarrubias. Para gozar de Covarrubias, de su encanto, hay que pasearla. Despacio, con paso quedo, andar y desandar sus callejas deteniéndose en recodos y esquinas para mirar atrás, buscando ese rincón que aún guarda el poso de la leyenda o el romance.
Conserva la población su estructura medieval. Amurallada en otro tiempo, se aprecia en su trazado la ronda de muralla dentro de la cual se levantó la villa, sobre la base de manzanas de casas rectangulares y calles estrechas en paralelo que conducen a las distintas plazas, concadenadas, que se abren ante los edificios más significativos: la Colegiata, la iglesia de Santo Tomé, el Torreón de Fernán González o el Archivo del Adelantamiento de Castilla, hoy puerta de honor de entrada a Covarrubias.
En nuestro recorrido por Covarrubias contemplaremos numerosas casas de tipo tradicional, de atractivas fachadas, donde se aprecia la belleza del entramado castellano.
Magníficos ejemplos de vivienda popular se pueden contemplar en las plazas de doña Urraca, de doña Sancha y del Obispo Peña, así como en muchas de sus calles que conservan ese bello encanto de los tiempos pasados.
Desde Covarrubias tomaremos la carretera que se dirige a Cuevas de San Clemente (en la nacional 234), pasando por Mecerreyes, y contemplando a nuestra derecha el reverso oeste de la Sierra de las Mamblas. En Cuevas de San Clemente tomaremos el desvío que se dirige a Cubillo del César y de allí hacia Quintanilla de las Viñas. Poco antes de llegar a Cubillejo de Lara se descubre la señalizada pista de tierra que, por la derecha y tras tres kilómetros alcanza el Dolmen de Cubillejo. Este sepulcro megalítico de más de cinco mil años de antigüedad está considerado como el prototipo de sepulcro megalítico de corredor y conserva, en uno de los grandes bloques de piedra que foramn su estructura, una serie de interesantes grabados rupestres.
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De nuevo en Cubillejo seguiremos hasta Quintanilla de las Viñas. Al pie de la Peña de Lara, en cuyo extremo se encuentran los restos del castillo de Fernán González. La ermita dedicada a Santa María es visigoda, de finales del siglo VII. Quedan en pie el ábside y el crucero de la iglesia. Está decorada con frisos a base de zarcillos de vid, racimos de uvas, aves, pavos, monogramas, cuadrúpedos y otros dibujos fantásticos. En el interior destaca el arco triunfal de herradura sobre columnas romanas y la iconografía existente sobre la clave del arco: busto de Cristo, y el Sol y la Luna entre ángeles, en los capiteles.
Desde Quintanilla de las Viñas tenemos una buena vista de la Sierra de las Mamblas, nombre que procede del curioso perfil que recuerda los pechos de una mujer. Sus espectaculares relieves plegados constituyen un perfecto modelo de lo que los geógrafos han denominado sinclinal colgado; entre la vegetación destacan las sabinas y quejigales adehesados en el entorno de las localidades de Mambrillas de Lara y Hortigüela.
Desde Quintanilla de las Viñas hay que retornar a la nacional 234 tomándola en dirección a Salas de los Infantes. En Hortigüela cogeremos la carretera que nuevamente nos llevará a Covarrubias atravesando el bellísimo desfiladero del río Arlanza y contemplando los evocadores restos del Monasterio de San Pedro de Arlanza y el Espigón de San Pelayo con la ermita de su mismo nombre en la cima.
Pasaremos nuevamente por Covarrubias donde tomaremos la carretera que se dirige a Santibáñez del Val y Santo Domingo de Silos para visitar la localidad de Retuerta, situada en una pronunciada revuelta del río Arlanza. Su caserío es uno de los que con mayor pureza ha conseguido mantener la arquitectura tradicional de entramados de madera en sus casas y construcciones auxiliares. También sigue siendo uno de los últimos pueblos burgaleses en los que se aprovecha la madera de encina para elaborar el tradicional carbón vegetal.
Volvemos de nuevo a Covarrubias para seguir el curso del río Arlanza por la carretera que se dirige a Lerma y visitar las localidades de Puentedura y Quintanilla del Agua. Puentedura es una localidad que ha sabido conservar un cuidado conjunto de arquitectura popular en el que predominan las casas con entramados de madera.
Desde Puentedura tomaremos el desvío que nos acercará a la pequeña localidad de Ura, situada a la entrada del bello desfiladero del río Ura que comunica esta población con Castroceniza, en el Valle del Tabladillo.
De nuevo en Puentedura nos dirigiremos a Quintanilla del Agua, otro núcleo que guarda algunas casas de entramado de madera y que se localiza en zonas más amplias de la vega del Arlanza. Aquí finalizamos nuestra ruta, que puede prolongarse si, se desea, en la histórica villa de Lerma, visitada en otra de las rutas de la comarca del Arlanza.