
Danza del Escarrete en Poza de la Sal
Danza del Escarrete. Poza de la Sal
Esta danza, desaparecida en los años 60, fue recuperada en Poza de la Sal por la Cofradía de San Blas y es una de las más conocidas señas de identidad de la villa salinera. Se trata de un acto de homenaje popular a San Blas en el que cuatro parejas jóvenes danzan alrededor de gallinas y conejos en solicitud de un año próspero para la familia.
‘Por San Blas, el Escarrete se ha de bailar’. El momento más esperado comienza con el pasacalles, en el que participan los jóvenes de la localidad vestidos con el traje tradicional y presididos por el pollero, es decir, el participante que lleva conejos y pollos atados a un palo. Todos se concentran en el arco de la Concepción, de donde partirá el desfile.
Una vez que el beso de la reliquia pone el punto y final a la misa, se realiza un manteo para, después de comer, cantar la tradicional Salve y el Himno a la Virgen de Pedrajas. Ya por la tarde empieza la danza del Escarrete propiamente dicha, donde los mozos demuestran su destreza bailando a la pata coja alrededor de un pollo o conejo que se toca con una espada. El pollero será el último que bailará una jota ponzana o de bodas para concluir con la celebración. Se celebra el 3 de febrero, si es domingo; si no, el domingo anterior.


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Danza del Escarrete. Poza de la Sal
Esta danza, desaparecida en los años 60, fue recuperada en Poza de la Sal por la Cofradía de San Blas y es una de las más conocidas señas de identidad de la villa salinera. Se trata de un acto de homenaje popular a San Blas en el que cuatro parejas jóvenes danzan alrededor de gallinas y conejos en solicitud de un año próspero para la familia.
‘Por San Blas, el Escarrete se ha de bailar’. El momento más esperado comienza con el pasacalles, en el que participan los jóvenes de la localidad vestidos con el traje tradicional y presididos por el pollero, es decir, el participante que lleva conejos y pollos atados a un palo. Todos se concentran en el arco de la Concepción, de donde partirá el desfile.
Una vez que el beso de la reliquia pone el punto y final a la misa, se realiza un manteo para, después de comer, cantar la tradicional Salve y el Himno a la Virgen de Pedrajas. Ya por la tarde empieza la danza del Escarrete propiamente dicha, donde los mozos demuestran su destreza bailando a la pata coja alrededor de un pollo o conejo que se toca con una espada. El pollero será el último que bailará una jota ponzana o de bodas para concluir con la celebración. Se celebra el 3 de febrero, si es domingo; si no, el domingo anterior.
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